La madre de un delincuente de Bahía Blanca, que asaltó y golpeó a un vecino de 73 años, pidió que detengan a su hijo para que no siga molestando a la gente.
Aunque desde hace tres o cuatro años su hijo ya no vive con ella y hasta tiene una orden de restricción de acercamiento para tratar de despegarse definitivamente de él, Marcela Avit no puede evitar enterarse de su prontuario delictivo y está superada por la situación. «Si pudiera encontrarlo, lo encuentro yo, y lo meto yo a la cárcel», sostuvo.
No hizo falta que saliera a buscarlo porque en las últimas horas la policía de Bahía Blanca pudo detener a Maximiliano Grassi, el joven de 25 años que durante la madrugada del último día de febrero, junto a otros dos cómplices, atacó violentamente a un vecino de 73 años para robarle.
Esa fue la gota que rebalsó el vaso para la mujer, shockeada por el estado en el que dejaron a Carlos Altamirano el almacenero del barrio 9 de noviembre que los vio llegar con su familia cuando su hijo era todavía un chico. «No entiendo por qué no lo encierran. No quiero llegar al extremo de pedir que lo maten», dijo la madre a los medios locales.
Altamirano no se había resistido cuando los tres hombres irrumpieron en su casa. Aún así, le pegaron un culatazo en la cabeza y la espalda y se llevaron $ 7.500, una balanza, un televisor, un reproductor de DVD y un celular.
«No puede seguir molestando a la gente de esta forma», se lamentó su mamá y no descartó que su hijo tenga vínculos con policías y que trabaje para ellos a cambio de protección.