Trump aumentará el presupuesto para los militares e insistirá en decretos antiinmigrantes

Trump afirmó que su presupuesto para el año fiscal 2018, que entregará al Congreso en marzo, estará centrado en la «seguridad» de los Estados Unidos.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, muy aludido anoche en la fiesta de entrega de los premios Oscar, anticipó este lunes que solicitará un incremento «histórico» de 54.000 millones de dólares en el gasto en Defensa, que ya alcanza 600.000 millones.

Durante un encuentro con la Asociación Nacional de Gobernadores en la Casa Blanca, Trump agregó que su presupuesto para el año fiscal 2018, que entregará al Congreso en marzo, estará centrado en la «seguridad» de los Estados Unidos.

Los grandes lineamientos presupuestarios fueron presentados hoy a los diversos organismos de gobierno, entre ellos los relacionados con la defensa y seguridad, cuyos fondos Trump consideró «agotados» aunque ya tienen un presupuesto de 600.000 millones de dólares.

Para Trump, el agotamiento se percibe en que «nunca ganamos, nunca ganamos las guerras», especialmente en el «avispero» del Medio Oriente, informó la CNN.

Al respecto, el Pentágono presentó este lunes a la Casa Blanca una lista de opciones para acelerar la lucha contra los yihadistas del Estado Islámico (EI) en Siria e Irak, que Trump solicitó el 28 de enero, dándole a los militares 30 días de plazo, y ahora deberá evaluar.

Según confirmó un alto funcionario estadounidense a la agencia de noticias EFE, la Casa Blanca recibió el documento con planes y alternativas para intensificar la guerra contra el yihadismo en Siria e Irak, donde grupos como el EI o Al Qaeda gozan de autonomía y territorio pese a la campaña militar de EE.UU. y más de dos años de bombardeos aéreos.

Por otro lado, la prensa estadounidense reportó que el nuevo decreto de Trump sobre inmigración se conocerá probablemente el miércoles, después de su intervención en el Congreso, informó la agencia de noticias ANSA.

El decreto sustituirá la prohibición de arribos de siete países de mayoría musulmana, rechazado por el sistema judicial y enfrentado a un largo procedimiento en varios estados del país.

La política migratoria de Trump fue blanco de múltiples dardos durante la entrega de los Oscar, que sólo pasaron a segundo plano por la equivocación cometida por Faye Dunaway al mencionar como ganadora del premio a la mejor película la favorita «La La Land» en vez de la galardonada realmente, «Luz de Luna».

Aunque el nombre de Donald Trump apenas se pronunció en la ceremonia de los Oscar, sus políticas, en especial las migratorias, fueron criticadas, sobre todo de la mano de artistas extranjeros como el actor mexicano Gael García Bernal o el ausente director iraní Asghar Farhadi.

El presentador, Jimmy Kimmel, fue el primero en abrir fuego con el monólogo inicial e hizo chistes como «Quiero dar las gracias al presidente Trump. ¿Se acuerdan del año pasado, cuando parecía que los Oscar eran racistas?».

Pero muy pocos hablaron en serio. Alessandro Bertolazzi, uno de los ganadores de maquillaje y peluquería por la película «Escuadrón Suicida», dedicó su premio a «todos los inmigrantes».

El más crítico fue el director iraní Asghar Farhadi, ganador de su segundo Oscar a la mejor película extranjera por «The Salesman».

Farhadi no asistió a la gala, pero remitió un comunicado explicando que su ausencia era en protesta por el decreto presidencial que prohíbe la entrada de personas de siete países con mayoría musulmana (Siria, Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen).

El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, felicitó al cineasta por su segunda estatuilla -la primera fue en 2011 por «Una separación»- así como por su decisión de no acudir a la gala en protesta por las medidas migratorias de Trump, indicó la agencia EFE.

Gael García Bernal, por su parte, sostuvo: «Como mexicano y latinoamericano, como trabajador inmigrante, como ser humano, estoy en contra de cualquier forma de muro que quiera separarnos».

Indiferente a las críticas, al mismo tiempo Trump anunció que mañana, en su discurso ante el Congreso de los Estados Unidos, hará una «gran declaración» sobre sus planes para reconstruir la infraestructura vial del país.

Ante los gobernadores, a los que les dijo que el gobierno federal se convertirá en el «mejor amigo» que puedan tener, aseguró que el país está «lleno de baches» mientras gasta miles de millones de dólares en el «avispero» del Medio Oriente.
Pero más allá de la vialidad y de la defensa y seguridad, otras áreas sufrirán bajo el gobierno de Trump, quien aseguró a los gobernadores que el suyo será un gobierno «austero» que fortalecerá los poderes de los Estados.

Por un lado, insistió en que rechazará el Obamacare heredado de la presidencia de Barack Obama, pero también habrá recortes y ajustes al Departamento de Estado, la Agencia de Protección Ambiental y otros programas, informó la agencia Reuters.

Según las fuentes de Reuters, que pidieron anonimato porque el presupuesto aún no se hizo público, Trump requerirá fondos para la construcción de barcos, aviones militares y el establecimiento de «una presencia más sólida en vías fluviales y cuellos de botella internacionales clave», como el estrecho de Ormuz y el Mar del Sur de China.

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