El concejal de la UCR, Martín Arjol aseguró que por las obras inconclusas del Iprodha, los niños tienen clases en un playón dividido por lonas, donde deben pasar frío y lluvia. Un grupo de padres se autoconvocó para firmar un petitorio el 1º de marzo frente al establecimiento.
La situación en la que se encuentra la Escuela Nº 27 “Bernardino Rivadavia” de Concepción de la Sierra es preocupante. Debido a que el edificio está siendo refaccionado, los chicos deben tomar sus clases en un tinglado que corresponde al playón polideportivo de la ciudad, sufriendo el abandono por parte de las autoridades.
De acuerdo a lo que indicó Cynthia Cardozo- una de las madres -al concejal de la Unión Cívica Radical (UCR) Martín Arjol, “la fecha de finalización de obra es de abril de 2015, hace tres años nuestros hijos permanecen teniendo clases en estados deplorables”.
“Las distintas aulas están divididas por biombos de lona, en invierno los chicos se mueren de frío porque no tiene cielorraso, cuando llueve se inunda todo porque filtra el agua, los niños con asma o distintas dolencias no pueden asistir, por eso también bajó mucho la matrícula”, destacó Cynthia.
La obra, llevada adelante por la Iprodha, era un pedido muy esperado por los padres de la zona. Es que la Escuela Nº 27 es una de las más antiguas de la ciudad.
“Hace unos seis años pedimos las refacciones, finalmente hace tres años comenzaron las obras y ahora nos encontramos con esto, nos dicen que no hay recursos, pero ¿cómo van a iniciar una obra sin recursos? Es una vergüenza lo que están haciendo con los niños”, manifestó la madre.
Cynthia tiene una nena en segundo grado y un nene en séptimo. Al igual que todos los demás padres, se desespera al ver el panorama desolador, sin respuestas respecto a la habilitación del edificio escolar. “Incluso utilizamos el playón por lo que tampoco pueden hacer deportes allí, es urgente que se den soluciones”, planteó.
En ese sentido, adelantó que el próximo miércoles 1º de marzo, a las 17 horas, los padres autoconvocados se reunirán frente al edificio escolar a fin de firmar un petitorio y derivarlo a las autoridades correspondientes.
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«No es momento de modificar cálculos que puedan afectar el bolsillo de la gente”, dijo Arjol
