Exitosa celebración del Día de “Sin Valentín” en el Todo Frío Wine Bar de Posadas

La convocatoria se difundió a través de las redes sociales. La propuesta: festejar el día de “Sin Valentín”, destinada a todos aquellos que le disputaran la felicidad a los flechados por cupido.

En la puerta una marquesina propone “Todo Frío”. Al entrar el aire acondicionado confirma la invitación. El lugar es un enorme salón, dividido en dos sectores: adelante una vinoteca con muchos estantes llenos de etiquetas de vinos y espumantes; y atrás un bar donde se distribuyen mesas altas en el centro y otras más bajas con sillones a los costados.

El negocio funciona durante todo el día, pero a la noche el bar cobra protagonismo y se transforma con una atmósfera poblada de espíritu de fiesta controlado, sin excesos. Los mozos van y vienen llevando los pedidos de una carta que combina rondas de tragos y tapeo. Picada y tragos, es lo que más sale, no tanto el vino en esta época del año, porque hace mucho calor.

La decoración es ecléctica: en el techo grandes bastidores iluminados con figuras de héroes de comics al estilo pop art, y en las paredes alguna ilustración de un Einstein a lo Andy Warhol y la pared del fondo pintada como si fuera una página con una historieta gigante.

Hay pocas parejas, se diría que ninguna.  La música no suena tan fuerte como para superponerse a la charla.  A esta hora el DJ Dany Verón entretiene a los asistentes con un variado chill out. En la barra no para de salir el “Margarita Bull-Dog”, el trago de moda.

Una rubia platinada estira una sonrisa mientras un fotógrafo le hace una instantánea. Como la mayoría, está con un grupito. Son 5 o 6, entre mujeres y hombres. Pisa los 40 y pico largos, pero conserva un aspecto juvenil. Combina la melena platinada con labios escarlata.

Teresita Martínez es la propietaria. Está muy ocupada en la caja pero se hace un tiempo para contar que fue ella la inspiradora de la convocatoria. Después vuelve tras sus dichos, se ríe, y explica que “éste es un bar de amigos y que no están en contra de San Valentín, pero que lo prefieren festejar así, entre amigos”. Y a juzgar por la variopinta clientela se nota que lo han logrado. Teresita aclara que el bar no tiene un público específico y que está orientado a todos los que quieran pasar un buen momento entre amigos, sin importar su condición ni sus preferencias. De hecho, para impulsar el espíritu de amistad con el que quiere impregnar el lugar, Teresita colocó dos mesas larguísimas, que funcionan como “mesas comunitarias”, es decir, los clientes tienen que compartirla con gente que no conocen. “Al principio son un poco reacios pero después terminan siendo los más divertidos”, cuenta la dueña.

No se ve a ningún adolescente de hormonas agitadas comiéndole la boca a su chica. Tampoco a ninguna jovencita exagerando el arqueo de sus curvas. El público es, en general, adulto y moderado, en plan tranqui. En rigor en el bar no se baila, es solo para beber y comer algo rápido.

Hay una sola pareja. Están sentados en una mesa lateral, como alejados del resto. “No somos pareja!”, exclaman cuando se les menciona el detalle. Luego contarán que son amigos y que ninguno de los dos tiene pareja y por eso vinieron hasta acá.

En otra mesa está Lucas, que llegó con dos amigas para festejar su primer San Valentín sin novio. En tanto Luciana asegura estar felizmente soltera. Cree que San Valentín es muy comercial y que las flores son para los muertos y los bombones para los gordos. Por su parte, Juliana, asegura no creer en el amor: “un enamoramiento fugaz, me va”, dice sin vueltas.

Carolina está embarazada de 5 meses y recién separada. “No me voy a quedar a llorar, disfruto de mi independencia”, cuenta, mientras explica que está en pleno proceso de luto por la separación. Al lado, Karina afirma estar felizmente soltera. Superó una etapa que no la hacía feliz con su última pareja, pero siempre esperando que llegue algo nuevo. Es contadora y tiene el cutis blanco y ojos verdes. Del otro lado de la mesa Cecilia, una estilista que las acompaña, dice que no está esperando nada y que para que algo la conmueva tiene que ser muy especial, porque asegura que es muy exigente. Sin embargo afirma que “separada no quiere decir sola”, con lo cual deja entrever que de vez en cuando le viene bien un “touch and go”.

La noche de San Valentín va pasando y cupido parece haber equivocado el rumbo de sus flechas en esta noche en el Todo Frío Wine Bar de la calle Corrientes de Posadas. Por las dudas, y para hacerle frente a la situación, el bar está bien provisto de todo lo necesario para ahogar alguna pena de amor.

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