Juicio por violencia de género en Eldorado: “Cuando agarró la soga me di cuenta de que me quería matar”, dijo la víctima

Ángel Ruiz Díaz, el hombre juzgado en el Tribunal Penal de Eldorado por un caso de violencia de género ocurrido en Puerto Iguazú en 2014, reconoció que tuvo un “conflicto” con su mujer Viviana Carballo, pero que no intentó matarla, aunque admitió que actuó en estado de “shock y nerviosismo”.
Su abogado, Fabián De Sa, sostuvo que “no hay elementos para que se encuadre en tentativa de homicidio este episodio”.
“En el primer día de debate, los testigos claves dieron su versión. Para nosotros fue importante, porque nos ayuda a sostener lo que nosotros planteamos”, indicó el letrado.
De Sa aclaró que el hecho que llegó a juicio es “repudiable, que no tenemos que permitir”.
Ayer fue la segunda jornada del debate, que terminará hoy con los alegatos y la sentencia.
Viviana Carballo, la víctima, habló con Misiones OnLine. Ratificó que Ruiz Díaz quiso ahorcarla y después armó la escena para que pareciera un intento de suicidio.
Detalló su versión de lo ocuarrido el 20 de agosto de 2014 en su casa de Puerto Iguazú. “Ese día mi esposo me quiso matar, tuvimos una discusión en casa, y en ese hecho él trajo una soga y me intentó ahorcar. El lunes pasado se hizo una reconstrucción del hecho, donde él también estuvo presente en mi casa de Iguazú y estuvieron los 3 jueces del caso, creo que todo eso ayudará a esclarecer el caso”.
“Esa mañana del 20 de agosto de 2014 llevé a mi hijo a la escuela como siempre, y cuando llegué a mi casa, la camioneta de él estaba en marcha con la puerta abierta y música alta. En la casa la tele estaba a todo volumen también, pero entré confiadamente pensando que estaba la señora que limpiaba. Fui hasta la habitación, agarré un poco de ropa de mi habitación y mi cartera. Le pedí a él que deje la cama y la tele de mi hijo en la pieza y que el resto podía llevarse, y empezamos a discutir cada vez más fuerte, a forcejear, y nos fuimos desde la cocina hacia el lavadero, ahí él me tiró al piso, yo estaba boca arriba pero me dio vuelta”.
Recordó que “entonces manotea una soga de una bolsa y me di cuenta que me quería matar, así es que me puse a gritar pidiendo auxilio desesperadamente. Pero en cuestión de segundos me gira la soga al cuello, con la mitad del cuerpo en el lavadero y la otra adentro, él estiró la soga tanto que me desvanezco. Y en un momento gracias a Dios me desperté y vi que él estaba arriba mío. Entonces él me dijo: ‘qué te pasó, qué te hiciste’. Yo seguía con la soga al cuello, pero lo empujé, me paré y gritaba pidiendo que él no se me acerque porque me intentó matar, yo estaba en estado de shock. Y vi que había un policía en el portón de mi casa. Él quiso simular que yo me quise hacer algo y no fue así, él me quiso matar”.
“En ese momento vi afuera un pastor al que conocemos, entonces lo abracé y le pedí que me ayude, que no me suelte y no me deje, yo me había orinado y estaba llena de caca de perro, porque él me revolcó en el piso del lavadero. Así es que el pastor al verme, me hizo entrar en la casa, vino su esposa también y Cristina- una vecina- que le lleva a su hijo a la misma escuela adventista donde envío a mi hijo. Luego llegó la ambulancia y me llevaron al hospital, así sucia como estaba y después fuimos a la comisaría Segunda donde estuve dos horas más o menos porque no me tomaban la denuncia. Mi tía dijo que tenía que ir a la Comisaría de la Mujer, ahí fuimos y enseguida me tomaron la denuncia”.
En referencia a si siempre tuvo mala relación con su esposo o hubo un detonante, Viviana explicó: “Nos llevábamos mal, yo ya le había hecho denuncias por amenazas de muerte, viví una vida de puertas cerradas que solo yo sé lo que pasé con manipulaciones, con impotencia, con miedos que me paralizaban, así viví 10 años con él”.
Con respecto a qué sucedió con su hijo ese día, respondió: “Fue mi hermana la que retiró a mi hijo de la escuela, él tenía 8 años en ese momento (ahora tiene 11), y preguntó por mí, porque él era mi refugio. Lamentablemente, él vio todas las peleas y discusiones que teníamos. Cuando peleábamos con mi esposo, yo gritaba y mi hijo venía enseguida y ahí mi esposo dejaba de agredirme”.
Además señaló: “Cuando mi hijo preguntó por mí, mi mamá le contó lo que había pasado. Entonces mi hijo saltó y se puso las manitos en la cabeza y le preguntó: ‘¿La mató mi papá? ¿con qué?’. Mi mamá le respondió que me quiso matar con una soga, y él dijo: ‘Yo vi la soga en la camioneta de él hace unos días, era una soga blanca con pintitas negras y estaba en una bolsa blanca’”.
“Un mes antes de que todo eso pasara, habíamos firmado el divorcio porque él me lo pidió. Y un día antes de este hecho, él habló con mi mamá y le mostró la foto de una chica en su celular y le dijo que él tenía una relación con esa chica, que al día siguiente iba a tomar un mate conmigo porque se iba a ir de casa, y que no había más vuelta atrás con nosotros. Era como que me agarró una depresión porque él me pidió el divorcio y estaba con otra, y al otro día supuestamente yo intenté matarme, era el plan perfecto. Pero bueno, Dios no permitió que suceda y me dio otra oportunidad, por eso hoy puedo levantarme, y puedo estar con mi hijo que sabe todo lo que pasó y la violencia que padecí”.
Para finalizar, Vivianna dijo: “Mi hijo y yo estuvimos con psicólogas para poder superar todo esto y salir adelante. Y hoy yo solo puedo decir que doy gracias a Dios por esta segunda oportunidad para vivir”.

13 testigos
El tribunal que juzga a Ruiz Díaz está presidido por el juez Atilio León e integrado además por las juezas Lyda Gallardo y María Teresa Ramos.
Diego Barrandeguy actúa como fiscal y el defensor de Ángel Ruiz Díaz es el abogado Fabián de Sa.
En el primer día de juicio declararon 6 testigos y en el segundo, 7. Este miércoles se esperan los alegatos y la sentencia.

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