Donald Trump baja el tono y reconoce el principio de ‘una sola China’

Según un comunicado de la Casa Blanca, el presidente de EE.UU se comprometió, a petición del mandatario chino Xi Jinping, a respetar la política de «una sola China».

El clima de tensión política entre Estados Unidos y China parece dar un respiro. El presidente Donald Trump se comprometió hoy a mantener la política de «una sola China» que adoptó el país décadas atrás tras romper relaciones diplomáticas con Taiwán, en su primera conversación telefónica con su par chino, Xi Jinping.

Según un comunicado de la Casa Blanca, ambos líderes mantuvieron un «diálogo largo» y «extremadamente cordial«. El principal tema de la llamada fue la postura del magnate con respecto a la política «una sola China». Esta medida diplomática, impuesta hace más de 30 años, obliga a Estados Unidos a mantener solamente lazos no oficiales con Taiwan, ya que Beijing la reclama como parte de su territorio.

«Xi Jinping aprecia el énfasis del compromiso del gobierno estadounidense con la política de una sola China y apuntó que es la base de la relación bilateral entre EE.UU y nuestro país», aseguró la Cancillería china a través de un comunicado.

Tras ganar las elecciones presidenciales, Trump aceptó una llamada telefónica de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen y convirtió el suceso en el contacto de más alto nivel entre Taipei y Washington en 38 años. Hasta llegó a afirmar que no permitiría que el gigante asiático le «dicte» lo que debe hacer. La ira de Jinping no tardó en aparecer. Beijing advirtió entonces que sin el principio de «una sola China» se acabaría la estabilidad en las relaciones bilaterales

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Geng Shuang, enfatizó entonces que «la cuestión de Taiwán es realmente un interés central para China».

Pero en una súbita reconciliación, Trump cambió su postura ante la segunda potencia económica mundial. Según las agencias de noticias chinas, Trump se mostró contento por poder hablar con Jinping por teléfono y expresó su admiración por el «histórico desarrollo» conseguido por el país asiático.

El clima de tensión política entre Estados Unidos y China parece dar un respiro. El presidente Donald Trump se comprometió hoy a mantener la política de «una sola China» que adoptó el país décadas atrás tras romper relaciones diplomáticas con Taiwán, en su primera conversación telefónica con su par chino, Xi Jinping.

Según un comunicado de la Casa Blanca, ambos líderes mantuvieron un «diálogo largo» y «extremadamente cordial«. El principal tema de la llamada fue la postura del magnate con respecto a la política «una sola China». Esta medida diplomática, impuesta hace más de 30 años, obliga a Estados Unidos a mantener solamente lazos no oficiales con Taiwan, ya que Beijing la reclama como parte de su territorio.

«Xi Jinping aprecia el énfasis del compromiso del gobierno estadounidense con la política de una sola China y apuntó que es la base de la relación bilateral entre EE.UU y nuestro país», aseguró la Cancillería china a través de un comunicado.

MTras ganar las elecciones presidenciales, Trump aceptó una llamada telefónica de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen y convirtió el suceso en el contacto de más alto nivel entre Taipei y Washington en 38 años. Hasta llegó a afirmar que no permitiría que el gigante asiático le «dicte» lo que debe hacer. La ira de Jinping no tardó en aparecer. Beijing advirtió entonces que sin el principio de «una sola China» se acabaría la estabilidad en las relaciones bilaterales

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Geng Shuang, enfatizó entonces que «la cuestión de Taiwán es realmente un interés central para China».

Pero en una súbita reconciliación, Trump cambió su postura ante la segunda potencia económica mundial. Según las agencias de noticias chinas, Trump se mostró contento por poder hablar con Jinping por teléfono y expresó su admiración por el «histórico desarrollo» conseguido por el país asiático.

Esta semana, el magnate ya había mostrado señales de deshielo. Antes del llamado, Trump envió una carta de agradecimiento Jinping, por sus felicitaciones sobre su reciente asunción.

“Agradecemos mucho al presidente Trump por expresar sus atentos saludos al presidente Xi Jinping y al pueblo chino”, dijo Lu Kang, vocero de la cancillería china al recibir la misiva. “La cooperación es la única opción correcta para ambos países”, agrego.

Desde su campaña presidencial, Trump marcó una retórica negativa contra China, al acusar al país de “robar” puestos de trabajo estadounidenses y hasta llegó a amenazarlos en aplicar un arancel extraordinario a sus productos.

La imagen de la potencia asiática como culpable del desempleo en EE.UU fue uno de los caballos de batalla de Trump en su camino a la Casa Blanca.“Miren lo que China le está haciendo a nuestro país. Nos están usando como alcancía para reconstruirse. Tenemos que impedir que nos roben nuestros trabajos”, acusó el magnate en uno de los debates contra su oponente demócrata, Hillary Clinton.

El secretario de Estado de EE.UU, Rex Tillerson, aportó más leña al fuego cuando dio a entender que no le permitirían el acceso a la potencia asiática a las islas artificiales que se construyeron en el Mar de China Meridional, una zona de conflicto de soberanía internacional. Como respuesta, el periódico Global Times, vinculado al Partido Comunista Chino, señaló que si Trump proseguía con sus provocaciones, ambas partes “deberían pensar en prepararse para un enfrentamiento militar”

(Clarin)

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