Asignar valor económico a bosques nativos por los servicios ambientales que prestan, una asignatura pendiente en el país

 

Lograr valorizar más los bosques en estado de conservación que un árbol puesto en la industria será uno de los mayores desafío de la humanidad en el futuro. Pero esto, además, se dará si algún día se despierta la conciencia colectiva y la sociedad reconoce que hay que cambiar lo que hoy “rige” en los mercados. Hay que avanzar hacia un consumo responsable, exigiendo un debate público donde se logre valorizar más un árbol natural en su lugar de origen, en su hábitat y como parte de todo un ecosistema, y no puesto en la industria para su comercialización.

 

En la actualidad, especialistas explican que un árbol -y el bosque que lo integra- valen distinto según la percepción y utilidad que cada persona le asigne. Hay listas de unos 40 servicios ambientales que, como mínimo, presta un bosque a la sociedad, pero como todas las cosas que son gratis, suelen ser poco valorados.

 

La realidad indica que se continúa desmontando porque hay un mercado que paga más por un árbol de alto valor “de la madera” en la industria y en las góndolas. Y no hay un debate instalado ni en la sociedad y en la agenda pública para frenar o cambiar las reglas para que permitan un reconocimiento mayor por un propietario o Estado que conserva por sobre otros que no lo hacen.

 

“Asignarle valor económico a un árbol en pié es un problema complejo, en discusión en ámbitos académicos y foros internacionales. El valor maderero es fácil de calcularlo tomando las medidas del árbol, usando funciones dasométricas y los precios de mercado. El valor por los servicios ecosistémicos que presta cada árbol y sobre todo el bosque que integra es lo difícil de calcular”, señaló en una entrevista con ArgentinaForestal.com el ingeniero forestal Rubén Costas, productor y académico de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM), quien se refirió a esta problemática de los bosques nativos y analizó diversos aspectos que serán necesarios repensar por parte de la sociedad.

 

 

Misiones, con valor cultural por la conservación

 

Si bien destacó el valor cultural de la sociedad en general en la provincia de Misiones, que tiene por preservar estos recursos, sostuvo que “no hay datos disponibles actuales respecto del desmonte en Misiones, pero para bien, como sociedad en general tenemos en la provincia una cultura de preservar el bosque nativo, muy distinta a la de nuestros vecinos de Brasil y Paraguay, como de las demás provincias del Norte argentino”, señaló Costas.

 

A su vez, opinó que “ese valor cultural muy importante no se condice con la calidad de gestión en el Ministerio de Ecología desde hace muchos años. Misiones fue  burlada en la aplicación de la Ley 26.331(Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos), en particular respecto de la distribución de fondos para conservación de bosques”, señaló el profesional.

 

Paralelamente, dijo respecto de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) de la provincia, que habría “una muy deficiente asignación de recursos para actividades de control y monitoreo de las mismas, a cargo de los guardaparques provinciales, quienes suelen manifestar falta de equipamientos e insumos suficientes para prevenir y combatir la caza furtiva”, precisó el ingeniero.

 

Esta situación, combinada con la escasa incorporación de Guardaparques, conlleva a que algunas ANP en la actualidad aún no tengan sus guardias completas o un puesto de control asignado, y ante la falta de presencia en el territorio se produce el silencioso y grave problema de la pérdida de flora y fauna nativa.

 

Aumentaron los desmontes en el país

Respecto del desmonte a nivel nacional, Costas reflexionó sobre la situación alarmante de la Argentina, ya que se ubica entre los 10 países que más bosques nativos perdieron en la última década. “El tema aún no esté en la agenda social, y por tanto también ausente de la agenda política, lo que evidencia un problema de raíz en nuestra sociedad. Dada la situación actual de desmonte, se requiere gobernantes que con visión de estadistas vayan por delante de la coyuntura, que designen en las áreas de gobierno referidas a los bosques, y al medio ambiente en general, a personas y equipos con la idoneidad suficiente. Además, es necesario que asignen los recursos para lograr los objetivos declamados en el discurso político”, señaló con un tono más crítico el profesional.

Consideró que ante las recurrentes catástrofes ambientales que están ocurriendo en el país, “por lo menos debería haber fuertes campañas de difusión gubernamental en los medios sobre las consecuencias de la deforestación y la pérdida de biodiversidad por acción del fuego y de la caza furtiva”, indicó.



Para el profesional, la solución a largo plazo está en la educación: “solo impregnando en niños y jóvenes el valor de conservar la naturaleza, del cual en general los adultos actuales carecemos, se podrá revertir este escenario”, aseveró Costas.

 

El debate que se viene: valorizar los bosques

 

Según el boletín de precios de productos forestales del Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones (COIFORM), de noviembre de 2016, podría asignarse un precio promedio de 1.000 pesos por metro cúbico de madera de bosque nativo puesto en la industria, combinando especies de distinto valor comercial, todas con diámetros superiores a 35 cm.

“Asignarle valor económico a un árbol en pié es un problema complejo, en discusión en ámbitos académicos y foros internacionales. El valor maderero es fácil de calcularlo tomando las medidas del árbol, usando funciones dasométricas y los precios de mercado. El valor por los servicios ecosistémicos que presta cada árbol y sobre todo el bosque que integra es lo difícil de calcular”, precisó el ingeniero y agregó que “ojalá que no tengamos que perder nuestros bosques para valorarlos, como siempre depende de todos y de cada uno, y de las prioridades que tengamos para vivir”, concluyó.

 

Por Patricia Escobar 

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