Las llamas consumieron toda la vivienda ubicada en el barrio Tacurú. El inquilino reclama a la dueña que le reponga los muebles. Mientras que la propietaria asegura que el mal manejo de los artefactos eléctricos del arrendatario provocó el siniestro.
Un incendio producido en una vivienda ubicada en la zona de Ituzaingó y San Martín de Posadas enfrentó a la propietaria con el inquilino de la unidad. El viernes 20 a la madrugada Rodolfo Frield dormía junto a su mujer en una de las piezas de la casa en la que vivía junto a sus dos hijos, en la calle 96 al 4320, en inmediaciones de la iglesia San Ramón.
Ahora, la dueña de la propiedad, Carmen Fassa, acusa al inquilino por negligencia, sosteniendo que el incendio se produjo porque éste tenía conectado un aire acondicionado de pared en un toma corriente inapropiado.
Por su parte, Frield atribuye el origen de las llamas al mal estado de la instalación eléctrica. “Eso es lo que me relataron los bomberos que acudieron a apagar el incendio”, dijo a Misiones online. Además, afirma haber perdido todo lo que tenía y que la dueña de la casa no se quiere hacer cargo de nada.
El incendio comenzó alrededor de las 5:00 de la mañana del viernes 20 de enero. Frield estaba alquilando la unidad junto a su esposa y sus dos hijos. Estaban durmiendo cuando la mujer comenzó a gritar desesperadamente “fuego, fuego”. Cuando se dirigieron a la pieza de los chicos para ver qué pasaba el pánico se apoderó de ellos: las llamas eran muy grandes y estaban consumiendo todo. Frield atinó a agarrar un balde para tirar un poco de agua, pero fue en vano. A esa altura, el humo hacía irrespirable el ambiente. Lograron sacar a los dos menores, y cuando quiso volver a ingresar para retirar un dinero que tenía guardado dentro de la habitación, las llamas y el humo se lo impidieron. Alertados por el ruido, los vecinos de la cuadra comenzaron a acercarse y llamaron a la policía y a los bomberos, que no tardaron mucho tiempo en llegar. Pero poco pudieron hacer para salvar algunas pertenencias: en cuestión de minutos todo había sido devorado por el fuego.
“Es una propiedad vieja que tiene cuatro casas, todas con la misma conexión eléctrica”, describió el inquilino, comentando que ahora tuvo que volver a vivir en la casa de sus padres. “Perdimos todo y la dueña no se quiere hacer cargo de nada, y encima no nos quiere devolver el depósito para que podamos alquilar otro lugar”, agregó.
En tanto, la propietaria del lugar se quejó por el manejo del inquilino con los artefactos eléctricos y lo acusa de haberle hecho perder una suma cercana al medio millón de pesos. La mujer se excusó de brindar más explicaciones, argumentando que el caso está en manos de un abogado de apellido Larraburu.
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