Al conmemorarse un nuevo aniversario del crimen del reportero José Luis Cabezas, entrevistamos a Juan Carlos Marchak, uno de los referentes del fotoperiodismo en Misiones. “Dolió mucho. Conocí mucho y admiré mucho su trabajo”.
Este miércoles 25 de enero se cumple un nuevo aniversario de la muerte de José Luis Cabezas, el reportero gráfico de la revista Noticias que en 1997 cubría la temporada en Pinamar y fue asesinado por hacer públicas imágenes del empresario Alfredo Yabrán.
El crimen de Cabezas marcó un antes y un después en el ejercicio del fotoperiodismo en la Argentina. Recordado como uno de las víctimas de los sectores concentrados de poder, Cabezas se desempeñaba como fotógrafo de una de las revistas más importantes del país cuando fue atrozmente ultimado.
Para recordarlo, y para hablar sobre la actualidad del sector en la provincia, Misiones online entrevistó al reconocido reportero gráfico Juan Carlos Marchak, de extensa trayectoria en el fotoperiodismo de Misiones.
“Ese día –recordó- estábamos haciendo una cobertura en Corrientes y amanecimos con esa noticia. Dolió mucho. Conocí mucho y admiré mucho su trabajo. Me quedó grabada la foto que acompañó la famosa tapa de la nota sobre “la maldita policía”, Cabezas se subió al escritorio del jefe de la policía para hacer la foto y al comisario le sorprendió tanto eso que le regaló una lapicera de oro. Y eso es lo que nosotros tratamos de hacer. Él lograba lo que se proponía hacer”
Marckak opinó que “en la provincia vivimos en un paraíso, comparado con lo que pasa en otros lugares del país y del mundo. hay agresiones a la prensa, pero no como en otros lugares”. Y luego recordó una frase que, para él, pinta su trabajo de cuerpo entero: “El único disparo que no mata es el de una cámara; más bien es el sublime alumbramiento que da vida a un recuerdo… y esa es la mejor versión que puede salir de un reportero gráfico: nosotros pintamos con luz y eso queda registrado para siempre”.
Juan Carlos reconstruyó algunos episodios en los que sintió que su integridad física estuvo en riesgo: “Hubo varios hechos donde sentí miedo, sobre todo en las canchas de fútbol, en la masacre de los gendarmes en Andresito, ese fue un momento tenso; acá en Posadas con la protesta de los yerbateros en 2001 y la represión a los docentes en la Cámara de Diputados… siempre quedamos en el medio de los manifestantes y la policía; pero yo siempre me pongo del lado de los manifestantes, porque ellos quieren que su reclamo se publique en los medios y en cambio la policía no quiere que eso se muestre”.
Clava la mirada en un punto impreciso y dice: “Nosotros narramos hechos noticiosos. El reportero gráfico fotografía amaneceres y ocasos, buenas y malas, la vida y la muerte… Ayer me tocó cubrir el nacimiento de trillizos quizás mañana me toque cubrir un accidente con 4 o 5 muertos”.
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