El avión iba de Salta a Buenos Aires, pero hizo un aterrizaje de emergencia en Córdoba. El testimonio de la tripulación y de un pasajero.
«Recibí dos llamadas de pasajeros y casi inmediatamente escuché gritos», relató Florencia, tripulante del vuelo. Cuando llegó al asiento vio al bebé muy quieto, con los ojos abiertos y respirando con dificultad. Aparentemente se había atragando mientras su madre lo amamantaba. La azafata avisó a la cabina de comando que había un problema con un bebé y pidió un médico. Una mujer que viajaba en la fila 8 acudió en ayuda. Luego de revisarlo, sugirió que el avión descendiera para que pudiera recibir una mejor atención.
«Los pasajeros reaccionaron increíblemente bien, con un grado de solidaridad maravilloso», agregó Florencia. Mateo estaba entre ellos y experimentó la tensión del momento. «Ayuda, ayuda gritaban todos. Mi hermano, que viajaba conmigo, pensó que algo se había prendido fuego y yo que se trataba de un ataque terrorista», comentó.
El vuelo terminó aterrizando en Buenos Aires con 70 minutos de demora. Y el bebé se encuentra hoy en perfecto estado.