Se trata de habitantes del Paraje Mondorí que por sus propios medios construyen con un espacio con madera, donde puedan estudiar unos 37 alumnos que, actualmente deben caminar 14 kilómetros para asistir a la institución educativa más cercana. Requieren materiales para techar el aula y sobre la autorización del Consejo de Educación para arrancar allí las clases.
Los niños ya escolarizados tienen entre 4 y 13 años de edad, y la escuela a la que asisten actualmente es la Nº 399. Cuentan los pobladores que ya hay otros niños que por edad deben ya también comenzar la escuela, por lo que aumenta el interés de poseer allí ese espacio educativo.
El terreno donde se edifica el aula es donado por un hombre que se llama Carlos Zapaia, y los materiales fueron puestos hasta ahora por lo pobladores.
