Ricardo V. (20), el joven acusado de haber matado a golpes a su tío Rubén Villalba (57), en Puerto Iguazú, será indagado en la jornada de hoy por el juez de Instrucción Tres, Martín Brítes.
El muchacho será imputado del delito de «homicidio simple», que contempla penas de entre 8 y 25 años de cárcel. Relatos de tres testigos son los que lo comprometen con el hecho. El más importante es el de su propio padre (y hermano de la víctima), quien estuvo bebiendo con ambos hasta poco antes de la discusión que acabó en tragedia.
En las próximos horas, todos serán citados para judicializar el relato que ya dieron ante las autoridades policiales.
Villalba era changarín y cartonero. El miércoles asistió al cumpleaños de su hermano al barrio Iguazú Cué. Allí, después del almuerzo y tras una larga sobremesa, tuvo un entredicho con su sobrino Ricardo.
En determinado momento, el joven lo habría atacado a puñetazos y palazos, causándole el deceso. La víctima terminó con el cráneo fracturado. El lunes se conocerá el resultado preliminar de la autopsia.
Cuando el hermano de Villalba oyó el altercado, salió a ver. Y se encontró con el changarín fallecido, en plena calle. Ricardo, en tanto, había desaparecido. Más tarde, la Policía y la Prefectura lo detuvieron en el arroyo Mbocaí. Iba nadando hacia la desembocadura del río Paraná, con intenciones de fugarse hacia el Paraguay.
Una vez que le detallen los indicios en su contra, al muchacho se le preguntará si va a declarar. Puede hacerlo o ampararse en su derecho constitucional de abstenerse.
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