Alud en Jujuy: el desesperado relato tras la lluvia más intensa de los últimos 40 años

Las víctimas de la catástrofe natural cuentan qué sintieron cuando bajó el aluvión llevándose todo a su paso.

Con lágrimas en los ojos, los pies llenos de barro y las manos temblorosas, María Luisa Mamaní, quien se encontraba visitando a su cuñada en un domicilio del pueblo de Bárcena contó la desesperación que sintió cuando bajó el aluvión conocido por los pobladores como «el volcán».
«Fue en un abrir y cerrar de ojos cuando vimos que el volcán venía a esta mano y quisimos correr al otro lado y también venía por ahí.
Corrimos hacia los techos con los chicos, fue una desesperación terrible. En la casa del frente, mientras se la llevaba el río, había gritos desesperados de la gente, había bebés y niños que corrían con sus padres sobre los techos de las casas de más abajo. El volcán se llevó a un chico que trabaja para Vialidad que más abajo logró salir. También arrastró a un chofer de Balut que paró y quiso avisar pero se lo llevó. Creo que resultó herido pero salió de entre las ramas» El volcán se llevó a un chico que trabaja para Vialidad que más abajo logró salir. También arrastró a un chofer de Balut que paró y quiso avisar pero se lo llevó. Creo que resultó herido pero salió de entre las ramas», relató.
Su cuñada Marcela, agregó que «quedamos en el medio del agua , piedras y barro, fue una situación desesperante. Todo era barro nosotros ahí sobre los techos. Mientras pasaba la correntada se escuchaba que sonaban como bombas de estruendo del otro lado de la ruta».
«Pedimos ayuda, perdimos todo y creemos que esto pasó porque no se limpió el cauce del arroyo, no se hizo nada hace varios años», concluyó.
«Nos llevaba el volcán»
A unos metros al costado de la ruta, un adolescente, de no más de 13 años, también de la familia Mamaní, con una visible conmoción que le entrecortaba el habla y mientras intentaba tapar su rostro para ocultar los nervios y ganas de llorar, comentó que cuando empezó a llover cerca de las 8 salió junto a sus padres y familiares a tratar de desviar el cauce del agua con palas intentando evitar que llegará a la vivienda y en ese momento fueron sorprendidos por «el volcán».
«Llegó un montón de agua y cuando el río nos estaba llevando, logramos subir al techo, subimos con un bebé de meses que estaba de visita en la casa, el bebé estaba todo mojado, nos salvamos de milagro. Nos quedamos sin nada, el agua casi tapó la casa y por poco nos llevó», contó conmovido. Sobre la ruta ayer aún se observaron animales muertos, que marca a las claras lo que fue el alud que tapó casi tres pueblos jujeños.
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