Cómo funcionaba la asociación ilícita dirigida por Cristina Kirchner, según el fallo del juez Ercolini

El juez Ercolini describió «un complejo entramado delictivo» y remarcó que la ex presidenta y los funcionarios investigados «conocían el pacto que los unía».

 

 

El juez federal Julián Ercolini decidió procesar a Cristina Kirchner y varios ex integrantes de su gobierno por el delito de asociación ilícita. En esta causa se investiga si la ex presidenta montó un mecanismo que permitió nombrar funcionarios para direccionar en favor de Lázaro Báez las obras públicas santacruceñas sin controles, lo que permitió sobreprecios.

 

 

El magistrado también procesó al ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido , su ex número dos, José Francisco López , el ex titular de Vialidad Nacional Nelson Periotti, el empresario Lázaro Báez y Carlos Santiago Kirchner, un primo de Néstor, entre otros. En cambio, Ercolini dictó la falta de mérito de Abel Fatala y ex subsecretario de Obras Públicas Hugo Manuel Rodríguez, entre otros.

 

 

¿De qué la acusan?

 

En esta causa la ex presidenta enfrenta su primer procesamiento por corrupción. ¿De qué la acusan a Cristina Kirchner en este expediente? En su resolución de de 794 carillas, el juez Ercolini resaltó que «se encuentra acreditado» que la ex mandataria, De Vido y López, entre otros, «habrían formado parte de una asociación, la que habría funcionado al menos, entre el 8 de mayo del año 2003 y el 9 de diciembre de 2015, destinada a cometer delitos, para apoderarse ilegítimamente y de forma deliberada de los fondos asignados a la obra pública vial, en principio, en la provincia de Santa Cruz».

 

 

«Se advierte un complejo entramado delictivo realizado en más de una jurisdicción pero en donde cada uno de los intervinientes tuvo un rol concreto en razón del cargo en que fueron colocados», indicó el magistado.

 

Al fundamentar el procesamiento por el delito de asociación ilícita, el juez remarcó que todos los funcionarios públicos procesados «conocían el pacto que los unía». «Si bien no es necesario que los miembros de la asociación ilícita conozcan la identidad del resto de los intervinientes, esta circunstancia está plenamente demostrada en autos», apuntó.

 

Y añadió: «La prueba reunida dio cuenta de que todos los funcionarios públicos imputados se conocían entre sí y alguno de ellos, si bien no se ha demostrado que conozcan personalmente a Báez, sabían de su existencia, de su rol y participación en la asociación».

 

 

El rol de la ex presidenta

 

Ercolini describe la existencia de una asociación ilícita dirigida desde lo más alto del Poder Ejecutivo Nacional para direccionar la obra pública santacruceña en favor de Báez. El juez consideró que Cristina Kirchner ejerció «un rol preponderante para que la maniobra fuese llevada a cabo».

 

Para Ercolini, las potestades de la ex presidenta y de los funcionarios designados en puestos clave -nombrados por Kirchner y «mantenidos» por Cristina- «le habrían permitido el direccionamiento y control sobre los fondos que finalmente le habrían hecho llegar a Báez por medio del irregular otorgamiento de obra pública vial en la provincia de Santa Cruz».

 

«En ese marco, la ex mandataria habría realizado diversos aportes funcionales necesarios para la materialización de la maniobra que se le achaca», señaló.

 

El juez Ercolini evaluó las pruebas que esgrimieron los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques, los decretos de nombramiento de funcionarios o documentación de las licitaciones patagónicas que exhiben sobreprecios y los testimonios de ex funcionarios de Vialidad que declararon sobre la falta de controles.

 

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