La carta abierta de una mujer argentina residente de Dinamarca se ha viralizado en las redes. En el texto, la mujer expone el calvario que está viviendo debido al maltrato de su esposo y la custodia de su hijo.
La carta completa:
Por favor NO me ayuden: Mi nombre es Melisa, soy de Argentina y vivo en Dinamarca desde hace dos años.
Tengo un bebé de un año y medio y estoy (todavía) casada con un hombre danés.
Elegí Dinamarca porque tenía la idea de que éstas eran tierras de libertad, igualdad y oportunidad. Nunca he estado tan equivocada en mi vida.
Desafortunadamente, mi matrimonio fue catastrófico. Y aunque le pedí a mi esposo el divorcio porque las situaciones extremas en casa eran demasiado dañinas para nuestro hijo, él siempre se negaba. Poniendo primero la relación y su obsesión enferma conmigo por sobre la felicidad de mi bebé, Nolan.
Debido a la furia que tiene y al no aceptar mi petición, él creó un caso legal en mi contra, aunque las mentiras que sólo muestran que el odio y el egoísmo no puede ver los límites. Y lo último que hizo y hacer, es pensar en nuestro bebé.
Lo que más me asusta no es lo que un hombre resentido puede hacer, si no que tiene a todo un sistema a su favor.
En este momento mi hijo está temporalmente bajo las responsalilidad de un hombre que fue acusado por dos ex esposas de ser violento, manipulador y abusador emocional. También llamado por su ex jefe como emocionalmente inestable.
Un hombre que la mayoría de las veces cuando mi bebé toca algo que no debe, empuja sus manos diminutas de manera tan dura que de sólo mirarlo lastima. O sacudirlo o dejarlo llorar por horas porque “él necesita aprender” o lavarse los dientes en una manera traumática, algo tan cotidiano se convierte en una verdadera pesadilla dos veces al día para él.
Alguien que ha aplicado castigos o ha probado con él “alguna exámen psicológico que leyó en Internet”
Alguien que ha pagado a una mujer que se hace llamar psicoterapeuta sin educación formal y que sólo me habló en una sola ocasión, que tiene algún tipo de relación personal con el padre de mi hijo, para escribir una carta a la comuna diciendo que yo estaba enferma mentalmente y no era capaz de cuidar de mi propio hijo y que yo quería secuestrarlo también. Aunque hay un psiquiatra y un médico que están diciendo que soy una persona completamente sana con cero problemas mentales.
Alguien que fue capaz de ignorar a mi bebé durante días cuando era un recién nacido. Incluso estandoa en la habitación de al lado, teniendo permiso parental que usaba para dormir todo el día. Alguien que no parecía preocuparse mucho en dejarme sola los fines de semana diciendo que él tenía “clases” y con su teléfono apagar todo el día, por supuesto. Alguien que constantemente decía a mi bebé: “tu madre está enferma, es la peor madre de todos, ya pronto se va a ir de la casa”
Me niego completamente a tomar esta acción como un acto normal y a arruinar el futuro de mi hijo y en la forma en la que él se va a relacionar y a tratar a las mujeres.
Desde que mi bebé nació, yo he estado durmiendo en el sofá por un año y medio. Mientras este hombre duerme placidamente en su cama, en su habitacón.
La abogada de mi marido, que curiosa y tristemente tiene un papel muy importante en la Asociación de Abogados Daneses de familia está poniendo toda su energía en dejarme literalmente la calle y sin nada. Así que de esa manera la relación diaria con mi bebé se va a quebrar y esto va a ayudar a que ella y su cliente ganen.
Porque parace que todo se trata de eso: sobre ganar, sobre quién tiene el poder, quién tiene el dinero.
Como madre y mujer, no puedo dejar de preguntarme cómo otra mujer puede ayudar a este tipo de psicópatas. ¿Cuál es el precio por la falta de ética y valores?
Me pregunto Dinamarca: ¿Cuál crees que es el límite de la humillación?
¿Cuánto más abuso, discriminación y violencia tenemos que vivir mi bebé y yo?
¿Quieres estar en mis zapatos? Pensá en la idea de haber sido la violación y el sistema te diga que tenes que vivir con el violador, que es temporal responsable legal de mi bebé.
Y mejor que sonría, cocine, limpie y lave su ropa. Y todo se hace en silencio, por supuesto. Si no soy problemática, emocionalmente inestable y peligroso para mi propio hijo.
Me pregunto ahora, ¿dónde está el que se dice el país más feliz del mundo?
Si vos estás pensando que mi caso es una excepción, lamento decirte que estás equivocado.
Desde que comenzó esta pesadilla, he estado conociendo a diferentes mujeres y sus historias.
Historias reales y todas ellas ocurrieron en Dinamarca. Pero no lo leí en un diario ni en internet.Las escuché en primera persona. Historias que harían que se te congele la sangre sin necesidad de ver una película de terror.
Como sociedad, tenemos el derecho y la obligación de tomar a la violencia psicológica y a el abuso emocional como lo que es y dejar de proteger a este tipo de personas.
Así que esta es mi petición:
En el pasado, he recibido el consejo legal de actuar como una víctima o no mostrar lo fuerte que realmente soy, pero la verdad es que no soy una víctima, mi bebé es la víctima.
Soy fuerte en muchos aspectos, puedo defenderme, puedo escribir esta carta.
Pero mi bebé no habla todavía. Así que no sólo tengo la necesidad, tengo la obligación de ser su voz.
Así que por favor NO me ayuden a mi; AYUDEN A MI BEBÉ!
