A 15 años de la crisis de 2001 y la fugaz presidencia de Ramón Puerta

El 20 de diciembre de 2001 marcó el fin del gobierno de Fernando De la Rúa, en medio de una feroz crisis desatada bastante tiempo antes. Después de las muertes y la represión, el presidente radical tuvo que huir en helicóptero de la Casa Rosada y su salida selló el nombre del misionero Ramón Puerta, el primero de una serie de cinco presidentes fugaces en medio de una semana.
El ahora embajador de Mauricio Macri en España, duró en el sillón presidencial menos de 48 horas, mientras en las calles aturdía el “que se vayan todos” y seguían los estertores de la Convertibilidad que multiplicó la pobreza y el desempleo desde mediados de los 90. En rigor, no fue el primer misionero “presidente”, ya que previamente el radical Mario Losada, como presidente provisional del Senado, había suplantado a De la Rúa después de la renuncia de Carlos “Chacho” Álvarez.
Durante la única jornada completa como presidente Ramón Puerta restableció parcialmente el estado de sitio que poco antes había derogado De la Rúa, tomó juramento a cinco ministros de un gabinete fugaz, habló extensamente con la prensa y convocó a la asamblea extraordinaria del Congreso para definir un sucesor. Entre sus “ministros”, nombró a dos misioneros: Humberto Schiavoni, actualmente presidente del PRO, como jefe de Gabinete y Ricardo Biazzi como ministro de Educación.
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A diferencia de De la Rúa, que culpa al peronismo por su caída, Puerta jura que hizo todo lo posible para evitar la debacle. “En términos políticos lo que más nos convenía era que De la Rúa complete su mandato de cuatro años”, dijo Puerta entrevistado por el diario El País.
“Hablé varias veces con De la Rúa y le ofrecí la colaboración del peronismo, pero no aceptó. Su situación anímica no era la mejor, el radicalismo lo había abandonado meses antes y su vicepresidente lo había abandonado un año antes. En términos políticos lo que más nos convenía era que De la Rúa completase su mandato de cuatro años y ganar nosotros una elección en condiciones de normalidad y no de apuro”, insistió.
El misionero asegura que las primeras decisiones que tomó sirvieron para calmar la furia de las calles. “Armé el gabinete y firmé una centena de decretos, entre otras cosas levantar el estado de sitio y cargar los cajeros. Cargué los cajeros en los bancos y se tranquilizó el país”, relata.
Puerta afirma que Adolfo Rodríguez Saá era el más capacitado para asumir en el momento. Sin embargo, fue Eduardo Duhalde el que finalmente fue elegido tras la sucesión de renuncias del puntano, el propio Puerta y Eduardo Camaño, por entonces presidente de la Cámara de Diputados. “En la primera crisis yo era el coordinador del peronismo federal y teníamos mayoría dentro del peronismo. Por eso yo era el presidente del Senado y no Duhalde, que era senador por Buenos Aires. Después de la crisis de Rodríguez Saá se divide el peronismo federal y quedamos en minoría. Entonces lo llamé a Duhalde para que asuma la otra fracción importante, la de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Además Duhalde había sido el candidato que enfrentó a De la Rúa en las elecciones y sacó el 40% de los votos. Era el único que tenía poder popular genuino y no de una rosca política o de una interna política”.
Puerta se negó a reasumir después de la renuncia de Rodríguez Saá y ese lugar fue ocupado por Eduardo Camaño, quien convocó a la asamblea y finalmente, Eduardo Duhalde llegó al poder. El misionero siguió en la política, aunque con menor suerte. Perdió todas las elecciones desde entonces y ahora se reconvirtió como embajador de Macri en España, aunque el año que viene promete volver a ser candidato en Misiones.
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Continuidad
Los dos misioneros en el gabinete de Puerta sobrevivieron con Eduardo Duhalde. Humberto Schiavoni se convirtió en el director ejecutivo de la Entidad Binacional Yacyretá y Ricardo Biazzi siguió como secretario de Educación y actuó, a la vez, como Secretario Permanente de la Comisión Nacional de la UNESCO en la Argentina.
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Ambos dejaron sus cargos cuando asumió Néstor Kirchner. Schiavoni volvió ahora a la conducción de Yacyretá de la mano de Mauricio Macri, mientras que su mentor político, Ramón Puerta, se convirtió en el embajador argentino en España, pese a que en las últimas elecciones fue candidato a diputado nacional de Sergio Massa.

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