Tal como lo había adelantado Misiones Online hace unos días, la investigación por el decomiso del megacargamento de más de cinco toneladas de marihuana en las afueras Aristóbulo del Valle apunta a un cártel de narcotráfico que opera entre el norte de Itapúa y el Alto Paraná misionero. El presunto líder local de la banda ya estaría identificado, aunque se sospecha que ya salió de la provincia.
El grupo narco tendría la misma estructura que operaba en su momento el ciudadano franco-polaco Thierry André Polus, condenado en Misiones a cinco años y once meses de cárcel por el frustrado envío de una carga de droga a Chile. Es más, el cabecilla buscado habría sido uno de sus hombres de confianza.
La última novedad que tuvo la causa fue el lunes, con el secuestro de un camión que habían abandonado hace casi una semana en el Kilómetro Seis de Eldorado. Se trata de un Chevrolet 14-190, que habría sido utilizado para el transporte de la droga desde la costa del río Paraná hasta el galpón de Salto Encantado, donde la estaban acondicionando para llevarla a Buenos Aires. Al rodado le habían sacado el volante y testigos contaron a la Gendarmería (que llevó adelante el decomiso) que llevaba seis días estacionado sobre la calle Salto Ramírez.
El viernes pasado, la GN también había decomisado una camioneta VW Amarok. Fue en el kilómetro 12 de la Capital del Trabajo.
Ambos rodados coinciden con los que vieron los investigadores encubiertos que seguían los pasos del cartel narco en Aristóbulo. Fueron vistos en la zona poco antes del decomiso de los 5.173 kilos 518 gramos de marihuana, que ya habían sido cargados en cajas de madera, dentro del galpón ubicado en el kilómetro 925 de la ruta nacional 14. El operativo de secuestro fue el lunes 5 de diciembre.
Hasta el momento, hay dos detenidos por el caso. Son los responsables del inmueble donde encontraron el estupefaciente. En un primer momento se dijo que ambos recuperarían pronto la libertad porque “solo” habían alquilado el lugar a los narcos. Sin embargo, el juez Federal subrogante de Oberá, José Luis Casals, los imputó como partícipes de una “asociación ilícita dedicada al transporte de estupefacientes”. Ambos se abstuvieron de declarar, lo que sucede a menudo en las causas de narcotráfico, donde el código de silencio difícilmente se rompa.
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