Habló el abogado imputado por un asalto: “Este caso me destruyó, nunca aparecieron pruebas en mi contra”, dijo Leiva

Por primera vez desde que sucedió el asalto, en la vereda de su casa, el abogado Nelson Leiva rompió el silencio. El 21 de mayo de 2014, una banda de ladrones le robó 400 mil pesos a un cliente suyo y a él lo imputaron como cómplice de los criminales, que nunca fueron detenidos. Desde entonces se dijo que “vendió” a su cliente, que planeó el golpe, que le tendió una trampa a la víctima. Él siempre lo negó ante la Justicia, pero no dijo nada a los medios. Hasta hoy, cuando decidió contarle su versión a Misiones Online.
“Estoy empezando de nuevo. Ese caso me destruyó. Hace poco escuché que estoy cerca del juicio oral. Quiero decir que aún restan varios pasos procesales para que eso ocurra. Y está pendiente de resolución una solicitud de sobreseimiento que hicieron mis abogados José Luis Rey y Ramón Grinhauz”, afirmó el letrado.
“Me revocaron poderes de causas importantes, me fui de la sociedad del estudio donde trabajé toda la vida y que con mi laburo ayudé a construir y pude salir adelante gracias al apoyo de mi mujer y de mis padres. A todos los clientes que se interesan en mis servicios les tengo que contar la historia del asalto”, dijo Leiva, quien también cuestionó el tratamiento periodístico que tuvo el caso.
Según el abogado, “fui víctima no victimario. Fui víctima de un ensañamiento mediático y social. También de una instrucción muy deficiente, que no siguió algunas líneas que tenía que haber profundizado”.
Leiva apuntó hacia su cliente (y denunciante), Roberto Benítez (30). “Nadie analizó sus teléfonos. Y nadie lo investigó por haberme robado mis honorarios. Después de que los delincuentes se fueron, él agarró los 145 mil pesos que eran míos y salió corriendo hacia la dirección en la que se habían ido los ladrones. Yo le pedí a una vecina que lo parara. Mientras Benítez y su mujer estuvieron en mi casa, ella, desde el living, no paraba de mandar mensajes. Esos teléfonos jamás fueron analizados, sólo el mío, que no arrojó ningún contacto que me haya incriminado”, afirmó.
leiva
“El dato de que iban a cobrar el dinero lo aportó el propio cliente o salió de algún teléfono del estudio. Esas líneas no se siguieron».
Mencionó que una testigo incluso declaró que «se enteró en su barrio de quiénes habían sido los que me asaltaron. Esa pista nadie la profundizó”, reveló.
Según Leiva, esa mañana Benítez, que había tenido un accidente laboral en Dos de Mayo, había cobrado en un banco del centro posadeño su indemnización. “Como él me había pagado demás y yo le advertí de la situación, me pidió ir a un lugar para contar de nuevo la plata. Como no quiso ir al estudio, fuimos a mi casa, en la chacra 109. Si yo era una mala persona, agarraba el dinero, no le avisaba nada y lo trasladaba directo a la terminal de ómnibus, que era la idea original, y no pasaba nada. Pero lo llevé a mi casa, donde contamos el dinero y cuando salimos a la calle, nos abordaron los delincuentes”, señaló.
“No existe en el expediente prueba alguna que me vincule con los ladrones. A ellos nunca los atraparon y yo fui el único imputado. Estuve una semana preso. Aún tenemos varias instancias de apelación y si llegamos a ir al juicio se confirmará que fue una investigación desastrosa. ¿Por qué llevaría yo a mi casa al cliente para asaltarlo? En el hipotético caso de que fuera parte de la banda y tuviera que repartir el botín, hubiera recibido menos que lo que cobré en honorarios. Nada cierra, todo está traído de los pelos”, remarcó.
Leiva está imputado del delito de “robo calificado por el uso de arma”, en calidad de partícipe necesario. “La calificación es incorrecta, nunca se secuestró ningún arma”, se quejó el letrado. El juez de Instrucción Seis, Ricardo Balor, dio por terminada la investigación y corrió vista a la fiscal María Laura Álvarez, quien pidió que la causa sea elevada a juicio.

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