¿Cómo impactará en Misiones la nueva suba del dólar?

Si en un país como Estados Unidos, Japón, China, Alemania o la Eurozona, sube la tasa de interés, los precios domésticos o la actividad económica, con seguridad habrá importantes efectos para la gran mayoría de los demás países del planeta.

Todo parece indicar que el flamante presidente de Estados Unidos, Donald Trump buscará atraer capitales hacia su país, aumentando el tipo de interés de la Reserva Federal, para que los ahorristas de todas partes del mundo busquen colocar sus activos allí.

Eso provocará una apreciación del dólar respecto de las demás monedas (por el aumento de la oferta de dólares ingresando en el mercado estadounidense), lo que significará una depreciación del Peso argentino en relación con el Dólar.

El reciente informe del descenso de la tasa de desempleo en Estados Unidos parece ratificar la intención de aumentar el tipo de interés.

Si el Gobierno nacional aprovecha esta presión ascendente del dólar, dejando deslizar el tipo de cambio, la economía argentina podrá recuperar competitividad en términos de precios, con lo cual los productos misioneros podrían mejorar su situación respecto de los productos brasileños y paraguayos, aliviando así la presión de las asimetrías.

Sin embargo, hay otros riesgos a tener en cuenta en relación con los vecinos países.

El economista misionero Federico Villagra señala que la teoría económica dice que considerando todos los demás factores constantes, la depreciación o devaluación de la moneda de un país abarataría sus productos para el extranjero.

“Cada día que el tipo de cambio aumentaría, se acortaría la brecha en las asimetrías fronterizas y cada vez saldría más caro consumir en Paraguay y Brasil, atrayendo vecinos extranjeros para consumir en la Argentina, como así el fomento del consumo interno”, señala.

“Pero esto sería nada más que una ficción, una sola cara de la moneda y la mitad de la verdad.  Si no tenemos en cuenta la inflación y los costos internos, que explican el gran parte de la falta de competitividad en la cual nos encontramos los argentinos, entonces no tenemos un diagnóstico acertado de la situación de la economía”, argumenta.

El economista sostiene que para analizar el nuevo escenario debería verse el comportamiento del tipo de cambio real multilateral que se refiere a la relación entre dos o más monedas en función de su poder adquisitivo o de compra:

balance

Como se ve en el gráfico, el tipo de cambio real multilateral ha disminuido en los últimos años, es decir, que hubo una apreciación real, pero en paralelo, “nuestra moneda es fuerte en el extranjero y débil en nuestro país debido a la inflación y a los altos costos internos”.

Este funcionamiento anómalo y perjudicial para los argentinos y sobre todo para los misioneros con más de 90 por ciento de frontera viene deteriorándose desde el 2007 como se muestra en el gráfico en base a datos del Banco Central de la República Argentina.

Llevado al plano provincial cualquier cambio en la cotización del dólar sería neutralizado por la inflación y los costos internos, y en la medida que la inflación no ceda, no habría cambios en las demandas de los consumidores misioneros que encuentran diferencias sustanciales en la mayoría de los precios con los países vecinos.

“Históricamente, en Argentina existió y existe cierta indiferencia por parte del poder político de turno respecto a tomar medidas que permitan atravesar las dificultades que presentan las provincias con gran parte de su territorio con fronteras y de elevada presión fiscal. La realidad es tan evidente, irrefutable e innegable, que con solo observar las largas filas en el puente internacional nos damos cuenta de lo que estamos hablando”, sostuvo Villagra.

“Que el misionero no consuma en la Provincia, tiene varias aristas conocidas muy negativas: en primer lugar, la disminución de la demanda afecta a los comercios e industrias locales, los que pueden llegar a la quiebra por no vender sus productos; esto a su vez determina el despido de algunos trabajadores, tanto en el rubro comercial como en aquellos sectores económicos que están directa e indirectamente relacionados (a través de encadenamientos adelante y hacia atrás); así también, repercute en las finanzas públicas, ya que disminuye la recaudación de impuestos relacionados con el nivel de actividad y el ingreso. Toda esta cadena y secuencias de efectos, da cuenta de que el desvío de la demanda hacia países fronterizos hace decrecer la economía doméstica como un efecto dominó, con todas las implicancias sociales que ello trae aparejado”, enumera.

“En este sentido resolver el problema de las asimetrías y detener el drenaje de compras en Brasil y Paraguay dependen en mayor parte del Estado nacional pero con una alta responsabilidad de gestión del Gobierno provincial. El ITC diferenciado, la disminución gradual de la inflación según el INDEC parecería vislumbrar un 2017 con mejor performance para Misiones que este año que está terminando. En conclusión la baja de la inflación sería tan necesaria para la economía misionera como lo es la democracia al sistema político y las asimetrías se solucionarían sí y solo sí se logra disminuir los costos internos independientemente de las fluctuaciones del tipo de cambio nominal”, concluyó.

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