Caso Kachuk, el juicio: estos “trabajadores de la muerte” no tuvieron piedad de Guido

En un recinto repleto del salón de usos múltiples del Palacio de Justicia, con estrictas medidas de seguridad por parte del Servicio Penitenciario Provincial, entró en su epílogo el juicio por el homicidio de Guido Martín Kachuk (17), quien murió tras ser baleado en el abdomen durante un intento de asalto ocurrido en una parada de colectivos de Lavalle y Chacabuco de Posadas, el 22 de febrero de 2011. Hoy habrá sentencia.
La fiscal Liliana Mabel Picazo empezó la ronda de alegatos. En el inicio de sus conclusiones, adelantó que pediría el cambio de calificación legal para los dos acusados de haber abordado al jovencito para robarle el celular: Ricardo “Ricky” Ríos y Maximiliano “Maxi” Acevedo.
“Estos dos trabajadores de la noche pasan por donde estaba Kachuk, esperando el colectivo para ir a lo de su novia. El propio Ríos dice que Maxi fue a buscarlo a su casa en la chacra 101 y que ambos fueron caminando hacia la avenida Lavalle. ‘Pasamos por una parada y le vimos a este chico’, admite”, arrancó la representante del Ministerio Público.
Tomó textual la declaración indagatoria de Ríos durante la instrucción: “Maxi le empieza a pedir el celular y yo le apunto con el arma que tenía. EL chabón se paró y quiso pelear con nosotros. Yo le apunto y Maxi me dice ‘tirale para que se asuste’. Yo le tiré y me asusté. Caminamos, después corrimos para la chacra 49, para la casa de Maxi”.
Luego se detuvo en la declaración de Acevedo, quien también admitió haber cometido el asalto. “Ricky me dice: ‘Mirá el pibe tiene el celular’. Yo pensé que Ricky le iba a pegar un par de piñas, pero no, sacó un arma y le pide el teléfono. El chico se para, hizo un par de pasos para atrás, ya sobre la calle. Ahí Ricky le disparó y el chico se agarró el abdomen. Entonces salí a correr y Ricky me siguió”.
“Acevedo le entregó el arma. No podía desconocer esa situación y que con un arma se mata. Ambos tenían predilección por las armas tumberas. Siempre andaban armados, se sacaban fotos y subían a las redes sociales”, detalló para enmarcar la relación entre esos imputados.
Picazo aseguró que Maxi se llevó el arma luego del atraco fallido. En este punto se apoyó en la declaración de dos testigos, amigos de Acevedo, que vieron el revólver Tala calibre 22 en la cintura del sospechoso.
“Acevedo no fue un simple veedor del asalto, no fue un espectador inocente. Fue coautor de esa situación de acometer contra Guido Kachuk. El celular era el ‘salario’ de estos dos trabajadores de la noche. Ninguno de los dos tuvo piedad con la víctima y le dispararon”, consideró.
Sobre Ríos descartó que el disparo haya sido accidental. “Ríos hacía armas. Era amigo de Maxi. Asumieron el robo, asumieron el tiro. Volvieron asustados por su propia seguridad, despreocupándose de la suerte de Guido Kachuk”, afirmó.
“Les daba lo mismo robar que matar. Tenían la zona estudiada, hasta sabían que había un sereno”, aseguró.
Ratificó que para ellos la autoría es clara. “El arma estuvo en la mano de los dos. Uno tiró, el otro la llevó. Uno escondió el revólver y el otro sacó la vaina servida. No hay reproches entre ellos. No era el primer día que robaron. Y si fue así, esto no le quita peligrosidad a la conducta de los imputados, que no tuvieron piedad con un joven para robarle el celular”, remarcó.
“La frustración de no poder tomar el celular motiva el disparo. Estos dos eran trabajadores de la muerte”, sentenció.

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