En Paraguay aseguran que la propagación del dengue en el país es consecuencia de la deforestación

La propagación de virus como el dengue, el zika y el chikungunya es una de las consecuencias de la deforestación, dijo el director paraguayo del Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (Senepa), Nicolás Aguayo.

El titular del Senepa destacó que el mosquito Aedes aegypti, transmisor de esas enfermedades, se ha convertido actualmente en un «mosquito intradomiciliario» que ha migrado desde zonas boscosas hacia las ciudades como consecuencia de la deforestación.

«Estos virus han avanzado hacia las ciudades tras la invasión de los hábitats naturales de aquellos animales que actúan como reservorios de los virus. A medida que el hombre entra en los bosques y desforesta e invade hábitats naturales, van a aparecer nuevos virus», destacó Aguayo.

Como ejemplos expuso la destrucción de los hábitats donde viven murciélagos, considerados como el reservorio natural de enfermedades como el virus del ébola o la rabia.

Según datos de la ONU, Paraguay es el sexto país con la mayor tasa de destrucción de bosques de todo el mundo, que pierde cada año unas 325.000 hectáreas de masa forestal.

Aguayo también reconoció que en las ciudades los mosquitos encuentran «condiciones excelentes para su reproducción» en zonas donde queda agua estancada tras las lluvias o inundaciones y en lugares donde no hay una retirada efectiva de las basuras.

Esta es la situación de las personas que viven en los Bañados, las zonas inundables de Asunción ubicadas a orillas del río Paraguay, y de las cerca de 100.000 personas que se vieron obligadas a desplazarse a viviendas precarias tras las inundaciones del pasado enero, y que regresaron paulatinamente a sus hogares a lo largo del año.

En este sentido, Aguayo recordó que el Senepa trabaja para mantener como zonas libres de criaderos los lugares donde se ubican las personas trasladadas como consecuencia de las inundaciones, donde tienen «mínimas condiciones de electricidad y agua potable», pero enfrentan «deficiencias en el saneamiento».

No obstante, declaró que la eliminación de los criaderos es principalmente «una cuestión de educación», e insistió en que «los ciudadanos tienen la responsabilidad principal» para evitar la expansión del dengue.

«El Senepa tiene 1.200 funcionarios, y es un personal insuficiente para llegar a todos los domicilios de todas las personas. Ir casa por casa a eliminar criaderos es utópico», sostuvo.

Aguayo participó de la 22 reunión de la comisión intergubernamental del Cono Sur para la prevención y atención de la enfermedad de Chagas (Incosur/Chagas), que se celebra en Asunción.

Los casos de dengue en Paraguay, donde este año han muerto 16 personas por esa enfermedad, se mantienen estables, después de que el último confirmado se registrara en septiembre y de que el virus dejara de circular en los departamentos de Caazapá (centro) y Alto Paraguay (norte del Chaco).

En 2013 Paraguay vivió la peor epidemia de dengue de su historia, con 150.000 casos registrados de la enfermedad, que se cobró 252 vidas, en un país de 6,7 millones de habitantes. (Fuente: Ultima Hora)

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