Caso Kachuk, el juicio: enfermera aportó datos desconocidos y el Tribunal decidió llamar a una testigo que no estaba citada

El relato sorprendió a todos los presentes, porque era la primera vez que alguien revelaba esos detalles. La enfermera Rosana Frutos fue una de las que asistió a Guido Kachuk (17), la madrugada en la que lo balearon durante un intento de asalto en Posadas. Fue una de las últimas personas en verlo con vida, porque el chico murió mientras lo operaban en el hospital Madariaga. Este jueves, en el juicio oral y público por el homicidio ella aseguró que estando en Emergencias, el joven no tuvo uno, sino dos paros cardíacos y que durante los ejercicios de reanimación y otras prácticas le sacaron toda la ropa, con lo que volvió a instalarse la pregunta de ¿cómo el médico Manuel Ibarra (imputado en la causa) no vio la herida de bala que presentaba el joven?
Frutos, enfermera egresada de la Universidad Nacional de Misiones en 2007, dijo que entre las 0.30 y las 1 del 22 de febrero de 2011, ingresó el muchacho al centro asistencial posadeño, “excitado, gritando y lanzando patadas”. Dijo que como único dato que tuvieron es que el adolescente había sufrido un ataque de asma.
Recordó que con el equipo de trabajo intentaron calmarlo, le colocaron oxígeno y también medicamentos. Después, el médico Ibarra le pidió el equipo para hacerle un electrocardiograma y que cuando ella volvía con el aparato, el paciente entró en un paro, del que el emergentólogo de la guardia pudo sacarlo.
Entonces vino la sorpresa. “Hizo un segundo paro, y el doctor Ibarra logró sacarlo de nuevo. Hizo los ejercicios de reanimación y le aplicó los correspondientes fármacos”, afirmó, e hizo alusión a la adrenalina. Fue la segunda sorpresa, porque no hay registros de que al chico le hayan aplicado adrenalina en el shock room 1 de Emergencias, ni que haya hecho dos paros.
Pero Frutos fue más allá. Dijo que al joven, antes de llevarlo al tomógrafo (donde se determinó que había sido baleado y que presentaba una gran hemorragia interna) le sacaron toda la ropa. “Mi compañera tomó la ropa y la entregó a los familiares”, aseguró la enferma. La familia Kachuk solo recibió esa madrugada las zapatillas y la cadenita de Guido. El destino de su ropa nunca se determinó con certeza. Se sabe que el médico Ibarra le pidió permiso al padre del chico para romperle la remera a fin de hacerle la tomografía.
La fiscal Liliana Picazo le pidió que dijera dónde quedó registrada la entrega de la ropa y Frutos atinó a decir que las prendas se las había llevado su colega Raquel López. Picazo de inmediato pidió al Tribunal Penal Uno, que sustancia el juicio, que citen a esa enfermera, cosa a la que los jueces accedieron. “Para hacerle las prácticas que se llevaron adelante sí o sí había que sacarle la ropa”, ratificó la testigo.
Las preguntas de los defensores de los tres imputados (además de Ibarra están en el banquillo los presuntos ladrones que quisieron asaltar a Guido, Ricardo Ríos y Maximiliano Acevedo) giraron en torno a ese segundo paro cardíaco, a la presunta utilización de la adrenalina y al paradero de la ropa del adolescente.
También declararon en la quinta audiencia del debate la médica María Angélica Lorenzetti, quien llevó adelante el estudio histopatológico del riñón izquierdo que le extirparon a Kachuk en la operación en la que quisieron salvarle la vida. La profesional dijo que el órgano presentaba lesiones traumáticas y que los bazos habían sido seccionados al ras. Cuando le dijeron si las lesiones eran compatibles con una herida de bala, afirmó que era posible. También dijo que la extirpación habría obedecido a la decisión del cirujano de terminar de alguna manera con una hemorragia importante.
Otros testigos citados para este jueves fueron el radiólogo Carlos Daniel Wojtownik y Rita Mabel Villalba.
Asimismo, se presentaron ante el Tribunal dos testigos que no habían sido ubicadas ayer. El debate seguirá este viernes con la declaración de más profesionales médicos.

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