El inesperado triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos trajo aparejada una turbulencia en los mercados de acciones, bonos y monedas en los mercados emergentes que originó un salto del dólar en casi todos los países de la región.
En la Argentina el dólar subió al máximo nivel en cinco meses y en Posadas en las pizarras de Mazza Hermanos tocó los 16,20 pesos. En jueves cedió 20 centavos pero el viernes volvió a subir y cerró a 15,50 pesos para la compra y 16,20 para la venta.
En las sucursales bancarias del microcentro posadeño la divisa se consigue unos centavos más barata, pero en general está disponible solo para clientes y contra acreditación en una caja de ahorro en dólares. Es decir, el cliente no retira las divisas en el momento sino que las acredita en su cuenta.
Perspectivas hasta fin de año
En la city porteña, donde se forma el precio del dólar -contra el peso argentino- en el mercado de cambios donde operan los bancos, los grandes exportadores e importadores y otros jugadores de peso, las perspectivas de analistas y operadores es que la divisa norteamericana continúe firme de acá a fin de año.
Un sonde del diario El Cronista entre 21 analistas de universidades, consultoras y bancos dio para fin de año, un valor promedio de $ 15,80, con un valor mínimo esperado de $ 15,27 y un máximo de $ 16,9 entre las respuestas.
Si bien no se esperan mayores turbulencias con el triunfo de Trump, el Banco Central dio una señal fuerte el martes de que se encuentra a gusto con este salto del dólar, que para todos los analistas estaba demasiado barato («atraso cambiario»).
Por eso el martes, el Banco Central inyectó dinero al mercado bajando las tasas de LEBAC en 50 puntos básicos y liberando varios miles de millones en bonos que pagó a los bancos e inversores en lugar de renovar. En el microcentro porteño la expectativa es que parte de ese dinero vaya al dólar.
«El Banco Central tomó en cuenta la devaluación en otros países de la región e inyectó en un sólo día casi $ 27.500 millones con el objetivo de dejar que el dólar se deslice hacia arriba al igual que en México, Colombia y Brasil», resaltó el analista Christian Buteler.
El experto afirmó que «es un buen momento para permitir una suba del dólar en el ámbito local y aprovechar el desarme de esa bola de nieve que son las Lebac».
La jugada del Banco Central sorprendió, también, porque la entidad bajó las tasas a pesar de que la inflación aumentó en octubre (el BCRA dice que solo bajará la tasa si la inflación decrece). El argumento que encontró la entidad que dirige Sturzenegger fue que «en el promedio de agosto-octubre la inflación se ubicó por debajo del objetivo de 1,5% (la misma se ubicó en 1,2% en el promedio del período señalado)».
Para algunos es una justificación muy «rebuscada» para respaldar una movida que tiende a sostener el precio del dólar más arriba y fomentar una corrección extra de acá a fin de año.
Un sondeo del diario especializado El Cronista da como resultado que para diciembre el 44,5% de los consultados ven un dólar que «subirá un poco y se estabilizará en el nivel de $16 a $16,5». Eso en las casas de cambio de la city porteña, lo cual significa para las pizarras posadeñas unos 50 centavos adicionales.
MB
EP
