La Jefa del programa de diabetes del Ministerio de Salud Pública, Elizabeth Mendez, brindó algunas precisiones sobre una enfermedad “silenciosa” que afecta a buena parte de la población. Aumento de la obesidad, la mala alimentación o el sedentarismo, factores determinantes.
Hoy se celebra el Día Mundial de la Diabetes. Llamada la enfermedad silenciosa afecta a una de las cada diez personas en la provincia, producto de los malos hábitos como el sedentarismo, la comida chatarra, exceso de harinas, obesidad, etc.
¿Qué es la diabetes?
Es una enfermedad crónica, no transmisible que se genera en la acción o en la secreción de la insulina que es una hormona que se encarga de hacer que la glucosa entre adecuadamente a la célula y cuando no funciona bien produce un aumento de azúcar en la sangre. Afecta las pequeñas arterias, rinón, la vista, etc. Y a las grandes arterias con riesgo por ejemplo de ACV.
¿Cómo nos damos cuenta de que podemos ser un paciente que tiene diabetes?
Hay una población que tiene más probabilidades de tener la enfermedad, por ejemplo aquellos que tienen un componente hereditario. La diabetes de tipo 2 es la hereditaria que es la que posee el 90 por ciento de la población que tiene la enfermedad. Hay tres tipos. Pero en el tipo 2 los factores de riesgo son la obesidad, el sobrepeso y el sedentarismo y se pueden prevenir en el 70 por ciento de los casos cambiando los hábitos de vida cotidiana.
La médica precisó que en la diabetes de tipo 1 los síntomas son bruscos, como el descenso de peso sin aparente razón o sin hacer dietas, sensación de sed constante y abundante, debilidad, infecciones. “No hay que esperar esos síntomas para consultar”.
¿Cómo le cambia la vida a la persona?
En el momento de diagnosticar somos muy optimistas. El tratamiento tiene cuatro partes fundamentales, el plan de alimentación es uno, una dieta saludable, que no es restrictiva ni costosa. La actividad física, caminar 30 minutos por día por ejemplo, y cambiar hábitos. La calidad de vida de los pacientes cambió enormemente. Hoy incluso su calidad de vida mejora con los cuidados. Una de las patas fundamentales es la educación, es una enfermedad tratable pero no curable.
Actividad física, menos consumo de sal y tomar más agua son las bases de la nueva guía alimentaria regional
