Hace dos años llegaban el mundo dos preciosas gemelas bajo una extraña condición que solo se da en 1 de cada 10.000 embarazos gemelares.
Jenna y Jillian Thistlethwaite compartían la placenta y el saco amniótico, pero lo más insólito de todo fue la imagen postparto que enamoró al mundo, en la que momentos después de nacer -con 45 segundos de diferencia- se aferraban con fuerza la una a la otra.
No querían ser separadas y hoy, dos años después, siguen sin hacerlo.
En mayo de 2014, las gemelas monoamnióticas Jenna y Jillian Thistlethwaite llegaban a este mundo agarradas de la mano.
Nacieron bajo una condición infrecuente que se da en alrededor del 1% de los embarazos de gemelos monocigóticos y en 1 de cada 50.000 embarazos: ambas compartían el mismo saco amniótico y la placenta en el útero de su madre.
Las hermanas nacieron con 45 segundos de diferencia, y tan pronto como pudieron estar lo suficientemente cerca la una de la otra, estrecharon sus manos.
“Mi corazón se derritió en aquel momento”, comenta su madre.
“Incluso mi marido tenía lágrimas en los ojos. Aunque nadie en la habitación tenía los ojos secos”.
Ahora, dos años después de aquel momento, la historia no ha cambiado demasiado para las gemelas.
