El cuerpo de Marcelo «Conejo» Rey, el argentino asesinado en la isla de Morro do Sao Paulo en manos de un brasileño que creía que «le estaba sacando el trabajo a los locales», estuvo tirado en una mesa por más de 24 horas. Las dos comisarías que hay en la isla no abrieron hasta ser presionadas por el Consulado argentino para que se investigue el caso.
El cadaver estuvo más de un día en una mesa grande de una sala de emergencias muy precaria, utilizada para primeros auxilios. Luego fue trasladado a Valenza, el puerto más grande de la isla, para después ser llevado a Salvador para que no se descomponga.
«La sala no tiene ni heladera ni desfibrilador. Están tratando de trasladarlo a Salvador, donde hay buenos hospitales. Tuvieron que trasladarlo porque no están preparados para una situación así», señaló Mariano Vergara, cónsul argentino en Brasil, al diario La Nación.
«La Justicia brilla por su ausencia, si depende de ellos no lo encuentran nunca más», denunció un amigo de la víctima en diálogo con el matutino. Los conocidos de Marcelo identificaron a quien sería el agresor, según los dichos de las personas que presenciaron la pelea, y pidieron la difusión de su foto para poder atraparlo.
Al respecto, Vergara sostuvo que «se ha identificado a la esposa, se conoce su paradero, es residente de Morro. Es muy probable que se lo pueda detener si se actúa con celeridad», remarcó.
«Por robarle el trabajo» a los nacidos allí, asesinaron a un argentino en Brasil
