La tragedia ocurrió en el momento en que se celebraba la misa de «Todos los santos» cuando unas 50 personas estaban en el interior de la gruta en Santa María do Tocantins, al norte de Brasilia.
Desde hace más de 50 años, los feligreses se reúnen en la gran gruta conocida como ‘Casa da Pedra’, durante la festividad de Todos los Santos y allí rezan y encienden velas; por eso nadie imaginó que la cavidad natural iba a colapsar con decenas de personas en su interior.
Hasta el momento están confirmados 10 muertos, 2 de ellos niños, y varios heridos. La alcaldesa de Santa María do Tocantins, Helen Ruth de Freitas, se mostró sorprendida ante «una tragedia de esta magnitud».
En el lugar del suceso se llevaron a cabo rápidas operaciones de rescate. El gobernador del Estado, Marcelo Miranda, decretó tres días de luto oficial.
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