El detrás de escena de los Juegos Evita: los entrenadores misioneros confirmaron su gran nivel

Silenciosos, ordenados, muy profesionales y con la típica humildad del misionero, los profesores de educación física, técnicos y entrenadores especializados, fueron una pata muy importante para conservar el quinto puesto en el medallero y la copa “Juego Limpio”

 

El talento, la capacidad, las ganas, el esfuerzo y el resultado final les corresponde a ellos: los deportistas. Misiones viajó con una nutrida delegación de 815 personas a Mar del Plata para la edición 2016 de los Juegos Evita y regresó con 62 medallas y la obtención de la copa “Juego Limpio”, en claro reconocimiento al comportamiento. Pero hay una parte de esta historia que lo escriben los entrenadores, los profesores de educación física, los directores técnicos que eligieron, adiestraron y motivaron a estos jóvenes para plantar la bandera de Misiones en Mardel.

Acostumbrados a “hacer de todo”, los entrenadores son multifacéticos por donde se los mire. Preparan los entrenamientos, supervisan la vestimenta, se preocupan por la hidratación, la alimentación e incluso que los chicos traten de dormir temprano. Su medalla es ver la sonrisa de ellos, los chicos,  y esa satisfacción no tiene precio. Para no omitir a ninguno, no vamos a mencionar nombres y apellidos porque realmente la lista es grande, tan grande como el corazón que demostraron en el evento y la solidaridad de todos para resolver cualquier contratiempo.

“Recién vengo del lavadero y ya retiré las remeras de las chicas, porque apenas llegamos a Posadas, el fin de semana ya tenemos un partido importante por el torneo local”, contó un profesor de hóckey. Fue antes de un partido que les pudo dar una medalla de bronce, aunque la paupérrima actuación de una jueza (convalidó un gol cuando la bocha claramente ingresó por detrás del arco) les privó de subir al podio. “No culpen al arbitraje, fuimos nosotros los que cometimos errores”, fue el mensaje del DT después del partido.

 

También ofician de psicólogos y de una especie de padres sustitutos, cuando en la primera noche en Mar del Plata, más de una niña comenzó a llorar porque extrañaba su casa. “Todos los años pasa lo mismo la primera noche. Después se acostumbran pero hay que contenerlos las primeras horas”, admitió una de las profesoras.

 

Un culto a la paciencia

 

Sin dudas que los deportistas adaptados son un capítulo especial en esa historia y un verdadero ejemplo para los convencionales y para todos los jovencitos que muchas veces piensan que todo está perdido. Contagian su alegría como el ya famoso “Batman” López que se colgó dos medallas y fue el mimado de la concentración. Pero en realidad todo el equipo de chicos con discapacidad, mostraron una entereza envidiable. “Nosotros venimos temprano a la pista de atletismo y nos quedamos todo el día esperando que hasta el último termine, por lo tanto tienen que almorzar acá, con su vianda y esperar muchas horas para volver al hotel porque no podemos hacer todo un movimiento rápido con ellos”, expresó uno de los profes que más medallas obtuvo con sus dirigidos. “Pero tienen una voluntad para hacer las cosas que por más que estamos muy cansados, ellos nos empujan a seguir siempre”, agregó otro entrenador.

Algunos ganan, otros pierden. Están los que fueron por el simple hecho de participar “porque esta es la primera vez que nuestro deporte viene a los Evita” y los que fueron para “ratificar su nivel en la disciplina”, resumen los directores técnicos sobre sus atletas. Y detrás de ellos está un entrenador misionero, codeándose con los mejores del país y confirmando el  gran nivel que tienen. “Vinieron integrantes del cuerpo técnico de la selección a mirar a chicos nuestros y seguro que próximamente habrá una convocatoria”, adelantó un profe de un destacado atleta adaptado.

 

La frutilla del postre

 

La última noche en el búnker misionero en Mar del Plata fue a pura algarabía, es que Misiones recibió la copa “Juego Limpio”, que premia el comportamiento de todos los chicos “y eso es un orgullo indescriptible para nosotros. Desde que yo vengo a los Juegos Evita, es la primera vez que nos entregan ese reconocimiento”, dijo una de las coordinadoras de toda la delegación. En esa copa está resumida horas y horas de charlas, pedidos y explicaciones de por qué deben portarse bien. “Estamos representando a la provincia, ustedes tienen ropa que nos identifica y no solo los observan cuando están adentro de la cancha o los lugares de competencia, sino también cómo llegan, sin son ordenados y disciplinados y los organizadores tomaron en cuenta todos esos aspectos para premiar”, resumió el profesor Marcelo Caso, quien ofició de responsable máximo como representante del Ministerio de Deportes de Misiones.

 

También están en el podio, son los “profes”, como le gusta nombrarlos a los chicos. Dejan horas de su familia para dedicarles a sus “segundos hijos” y regresaron felices por el deber cumplido, no solo preparando a los chicos para competir, sino como responsables en su crecimiento  y con el deporte como aliado.

 

 

 

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