Agricultura Familiar: destacan acciones a favor de la equidad de géneros en el ámbito rural

Desde el Equipo de equidad de géneros de la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación, se realizó un compendio de acciones y objetivos en el marco de la celebración del Día de la Mujer Rural tendientes a revalorizar su trabajo y su aporte al desarrollo rural.

Las mujeres rurales ocupan un papel fundamental en la seguridad alimentaria, contribuyendo a la producción de alimentos y al desarrollo rural, local y regional. Son muchas las mujeres que sostienen cotidianamente la producción de sus chacras y de sus familias. Cuidan la tierra y el ambiente, las semillas, los cultivos y animales, producen alimentos para su familia, y algunas venden su producción  para obtener un ingreso económico. Además, aquellas que son feriantes o parte de un grupo, comparten su vida con otras mujeres, participan de eventos, capacitaciones,  representan a su organización en diversas situaciones.

La celebración del 15 de octubre como el Día Mundial de la Mujer Rural, surgió en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada por la ONU en Pekín en septiembre de 1995, como resultado de las propuestas de la Federación Internacional de Productores Agrícolas (FIPA), la Red de Asociaciones de Mujeres Campesinas Africanas (NARWA) y la Fundación de la Cumbre Mundial de Mujeres (FCMM), por el reconocimiento mundial de los múltiples roles que desempeñan las mujeres productoras, campesinas y agricultoras en la economía y la sociedad en general.

Las mujeres suelen ser reconocidas por su trabajo en el ámbito doméstico, en su rol de madres y esposas, sin tener en cuenta que contribuyen también a la economía, a la producción de alimentos, al desarrollo sostenible de la biodiversidad, entre otros.

Derechos de las Mujeres Rurales

En nuestro país, la referencia dentro del marco legal que hace explícita la problemática de la mujer rural está incluida en la Ley 23.179 del año 1985 en la cual el Poder Legislativo aprobó la “Convención sobre Eliminación de la Discriminación de la Mujer (CEDAW)”.

En relación a la mujer de las zonas rurales, la Convención agrega en el apartado 2 las recomendaciones al Estado Argentino, pidiendo que el mismo que “adopte todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer en las zonas rurales a fin de asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, su participación en el desarrollo rural y en sus beneficios…”

La desigualdad es un problema que afecta a toda la agricultura familiar en general y en particular a las mujeres, quienes son pilares de la soberanía alimentaria, entendida como derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos que garanticen el derecho a la alimentación para toda la población, con base en la pequeña y mediana producción, respetando sus propias culturas y la diversidad de los modos campesinos e indígenas de la producción agropecuaria, de comercialización y de gestión de los espacios rurales.

La agricultura es importante para las mujeres, pero cuentan con menor acceso a los recursos y servicios productivos que necesitan, como la tierra, el ganado, el  capital humano, los servicios de extensión, los servicios financieros y las nuevas tecnologías, etc.

Género y Mujeres Rurales

Género refiere a una condición social y cultural construida históricamente que marca un conjunto de valores, actitudes, roles y comportamientos que determinan lo que es y cómo debe ser un Varón y una Mujer.

Partiendo del concepto de género como categoría social, se construye el enfoque de género o la perspectiva de género. Este como categoría de análisis permite tener una percepción de la realidad que considera de manera explícita las diferencias socialmente determinadas y las relaciones entre varones y mujeres en el ámbito rural. Analiza las relaciones de géneros como relaciones de poder.

Equipo de equidad de géneros

La perspectiva de género implica considerar y tener presente las necesidades de varones y mujeres dentro del desarrollo rural, buscando revertir situaciones históricas de inequidad.

En este sentido, se plantea la necesidad de políticas públicas de género, activas, integrales e intersectoriales, que distribuyan de manera equitativa los diversos recursos disponibles entre varones y mujeres.

Desde las políticas institucionales de la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación se tiene el desafío de reconocer y revertir las relaciones de inequidad de géneros. Desde allí que el equipo provincial se propone como objetivos: incorporar la perspectiva de género en las acciones y en todos los niveles de la SAFN, promover el análisis crítico de los estereotipos de varones y mujeres al interior de la institución; estimular la perspectiva de género dentro de las organizaciones de la agricultura familiar; fortalecer las organizaciones de mujeres en el ejercicio de sus derechos, para que tengan acceso equitativo a las oportunidades, aumentando sus capacidades de participación y toma de decisiones; garantizar espacios de incidencia para que las mujeres participen en la organización, como así también en la planificación, ejecución y evaluación de políticas de desarrollo rural.

Las acciones para llevar adelante los objetivos se dividen en tres grandes líneas de trabajo. La primera línea son las capacitaciones, tanto para la institución como para las organizaciones. La segunda línea hace referencia al presupuesto, buscando fortalecer proyectos productivos de mujeres o eventos. Y la tercera, es la comunicación, donde se plantea trabajar el lenguaje institucional y el desarrollo de material de capacitación y difusión.

 

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