Quienes fueron señaladas como agresoras tienen entre 13 y 16 años y pensaban que la víctima pretendía al novio de una de ellas, por lo que la engañaron para ir con ellas. La metieron en un pozo que cavaron para enterrarla y la golpearon con palos e incluso un machete. La estudiante pudo escapar mientras sus torturadoras se lavaban la sangre de sus manos.
Un grupo de adolescentes de entre 13 y 16 años estuvieron torturando durante unas 4 horas a una compañera de colegio, con la intención final de asesinarla, según confesó después una de las torturadoras.
Las jóvenes atrajeron a la víctima, a la que conocían desde hace más de diez años que llevaban juntas en el colegio, a la casa de una de ellas con la excusa de una pequeña fiesta. Una vez allí la joven descubrió que habían cavado un hoyo en el suelo. Le dijeron que la iban a enterrar allí.
Así que la ataron de pies y manos y comenzaron a apalearla y a golpearla, incluso utilizando un machete para ello. La motivación de las agresoras residía en que acusaban a la víctima de estar interesada sentimentalmente en el novio de una de ellas.
La paliza sólo se interrumpió cuando el grupo de las torturadoras decidió ir a lavarse de las manos la sangre de la víctima, a la que dejaron metida en el agujero destinado a enterrarla. Pero la niña consiguió ponerse en pie y huir, tras lo que denunció lo ocurrido.
La policía detuvo poco después a cuatro jóvenes en la provincia de Trindade por estos hechos, todas ellas menores, y en sus teléfonos móviles encontraron los vídeos de la tortura.
Ahora, las menores permanecen bajo custodia a la espera de juicio, tras el cual y por ser menores, sólo podrían recibir una condena de 3 años en un centro de internamiento por los delitos de crímenes de tortura y tentativa de homicidio.
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