Un patrullero de la policía británica logró detener a un auto conducido por una mujer que había caído en un coma diabético y se desplazaba erráticamente por una autopista de Leicestershire, Inglaterra. Junto a ella viajaba en el asiento trasero un bebé de 18 meses.
El policía que manejaba el patrullero fue alertado por un llamado otro conductor que había notado que algo raro estaba sucediendo. El policía ubicó al vehículo de la mujer y colocó su auto delante el él para forzarlo a parar, con el peligro que eso suponía porque el vehículo iba a casi 45 km/h.
Según el oficial Daniel Pattison, la conductora “tenía la cabeza completamente echada hacia atrás, mirando fijo al techo del coche. Era obvio que estaba inconsciente“. Más tarde Pattison recibió una felicitación por su acto de valentía.
La joven logró recuperarse del coma diabético y todo terminó con un final feliz.
