Ataque al joven de San Vicente: dos de los acusados son hijos de un conocido maderero

Dos de los acusados por la agresión que sufrió el joven Ulises Chimiski (25), el domingo en San Vicente, cuando lo interceptaron en el momento en el que llegaba a su casa y lo sometieron a una feroz golpiza, son hijos de un conocido maderero y comerciante de la Capital de la Madera.
Ese maderero, Rubén Rosa, fue víctima de dos atracos que conmovieron a la provincia en 2007 y 2013, respectivamente. En el primero, incluso, los ahora denunciados, Paco y Edgardo, fueron víctimas directas.
Los jóvenes denunciados por el ataque del domingo, al igual que el damnificado, son vecinos conocidos del pueblo.Por eso, el caso se transformó en un escándalo.

Antecedentes
En octubre de 2007, dos hombres armados ingresaron al domicilio particular del empresario, en pleno centro sanvicentino, donde redujeron a sus dos hijos, en ese momento de 17 y 14 años, los ataron y los amenazaron con un arma exigiendo la entrega de la caja fuerte existente en la casa. Uno de los chicos logró desatarse y dio aviso a la policía de lo que estaba ocurriendo, ya que la vivienda estaba a una cuadra de la comisaría.
Tras un amplio despliegue policial, ubicaron a los tres ladrones (dos chilenos y uno de Buenos Aires) por la ruta nacional 14, entre Dos de Mayo y Salto Encantado, Aristóbulo del Valle. Iban en una Fiorino blanca.
La caja fuerte, sin abrir, fue recuperada.
En marzo de 2013, Nicolás Alejandro H., de 23 años, y José María L. de 37 años (ambos de Buenos Aires) fueron detenidos tras un enfrentamiento a tiros, luego de ser sorprendidos dentro de la vivienda de Rosa a quien mantuvieron como rehén y quisieron robarle.
Todo comenzó cuando Lauterio D.M., de 44 años, llegó hasta la casa de su amigo maderero, domiciliado sobre avenida Tejeda y calle Democracia para invitarlo a compartir el almuerzo. Lauterio fue sorprendido por al menos tres malvivientes que lo amenazaron y obligaron a llamar a la puerta. Fue así que entraron a la casa y redujeron a Rosa, quien en ese momento estaba solo, mientras que Lauterio logró escapar y dar aviso a la policía. Más de 30 policías del Comando, Brigada y las comisarías, rodearon la casa, una vivienda de mampostería de dos plantas.Al advertir la presencia policial, los delincuentes, que tenían al propietario como rehén, decidieron escapar corriendo por los techos de las propiedades lindantes, cubriendo su fuga a los tiros. El accionar de los delincuentes fue repelido con disparos intimidatorios de los uniformados, viviéndose momentos de gran tensión, hasta que dos de los sujetos quedaron frente a frente con los policías. Allí fueron desarmados, reducidos y detenidos. Llevaban una pistola 9 mm y otra, calibre 22, cargadas.
Ahora los Rosa vuelven a ser noticia, pero por un episodio totalmente diferente.

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