María Creuza hizo viajar en el tiempo a los misioneros

La voz femenina escogida por Vinicius de Moraes para cantar sus poesías, volvió a la tierra colorada. Un show intimo que llevó a los asistentes a un viaje en el tiempo hacia las playas brasileñas.

En un sábado frío y poco primaveral el auditórium del Montoya se transformó en una cabina del tiempo donde los asistentes fueron transportados a los años dorados de la música popular brasileña. Con su voz y sus anécdotas Creuza hizo palpable la “lembrança” por el Brasil.

El show comenzó 21,30 horas, con el ingreso de los músicos. Tras los primeros acordes de Onde Anda Você ingresó la cantante. Su voz transporto a todos a los escenarios de Bahía donde el poeta Vinicius de Moraes compuso sus versos.
Una noche de recuerdos, pasión y amor por esa cultura que nos acerca a la “saudade” esa emoción inclasificable que define a los brasileños.
La saudade se internalizo en todos los presentes. La mayoría de los asistentes peinaban canas, ellos fueron a recordar sus años mozos cuando las voces de Vinicius, María y Toquinjo les acariciaban los oídos y los invitaban a bailar en busca del amor.
Canciones sin tiempo que acarician el alma fueron surgiendo en la noche, con las debidas presentaciones de la cantante hacia las historias que marcaron en ella.
Su primer encuentro con Vinicius, la primera canción con la que adicionó frente a él. Los continuos romances del poeta, sus nueve esposas. El whisky que aprendió a beber con el poeta y por ello antes de su primer trago se lo dedicó a él.
Garota de Ipanema, Voce Abusou, Eu sei que te voi a amar fueron hilvanándose en una noche sin tiempo para el disfrute del público.
A la hora y media de show la cantante se despidió del público. El público pedía más por eso volvieron y María les pregunto “qué quieren escuchar” ante la primer propuesta dijo “esa no es muy triste, algo más alegre”.
Así pasó este paseo, racconto sentimental, digamos así, de los temas que marcaron durante años el repertorio de la música popular del Brasil. En todo el show Creuza se mostró feliz por el afecto del público y por el grupo de músicos que la acompañan, diciendo “tengo la alegría de destacar que dos músicos jóvenes argentinos en mi banda” (Facundo Ciminelli, en bajo y Esteban Rotunno, en batería). Además de la dirección desde los teclados de Víctor Díaz Vélez, su maestro, su director musical desde que se conocieron en Mar del Plata.

Cerró su presentación con una versión de «Que Maravilha» del disco «La Fusa» con Vinicius y Toquinho de 1970.

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