El acuerdo incluye la donación inmediata de un primer núcleo de esas tierras ubicadas en el norte del Iberá en Corrientes, en lo que se conoce como el sector Cambyretá, junto con un compromiso de donar el resto de las tierras durante los próximos tres años, informaron fuentes de la Fundación CLT.
El proceso de donación gradual permitirá que la Autoridad de Parques Nacionales se instale en la zona mientras coordina actividades con la Provincia de Corrientes y la Fundación CLT y se espera que cuando se haya completado la donación, el Iberá contará con un Parque Nacional de aproximadamente 150.000 hectáreas.Lea también: Nahuel y Tobuna, los yaguaretés que pueden reescribir la historia del Iberá
En tanto la provincia cuenta con el existente Parque Provincial Iberá de unas 550.000 hectáreas que sumado al Parque Nacional constituirá la mayor área protegida de la Argentina, ubicado sobre terrenos públicos, y manejado de manera coordinada por la Nación y la provincia de Corrientes.
Las entregas formales de cada sector del futuro parque nacional serán realizadas el 6 de noviembre de cada año, día de los Parques Nacionales en el país, en homenaje al Perito Moreno.
Intendente local
Según expresó Pérez, la idea es generar una alternativa de trabajo para el poblador sin que éste deje su actividad principal que se caracteriza por ser la ganadería o la agricultura: “Queremos que se muestre cómo viven apostando al ecoturismo”, explicó a ellitoral.com.ar.
Para ello se apuntará a trabajar aquellos pequeños detalles que hacen al correntinaje, ya sea con la vestimenta de gaucho o la guaina que utilizarán quienes atenderán al público, la gastronomía, la música, el idioma y el modo de transporte en caballo o canoa que son los medios utilizados por quienes viven en la Cuenca del Iberá.
El futuro Intendente del parque explicó que hoy los turistas buscan “experiencias nuevas” por lo que ve la necesidad de ofrecer estas actividades que hagan el contacto con el poblador local y que además deje una retribución al mismo. Pérez remarcó que el traspaso de las tierras donadas por la viuda de Tompkins dará la oportunidad de “llevar adelante un megaproyecto que saldrá de lo común” y para ello cree fundamental el trabajo en conjunto entre el sector privado y el Estado.
“Lo ideal es que podamos contagiar todo este trabajo en conjunto que se viene haciendo con representantes del mundo de la conservación donde no sólo se habla de lo que se tiene, sino además de hacer volver a su lugar a especies que ya no están”, afirmó.
Pascual dejó en claro que en este proyecto el correntino de la zona no debe sentirse perjudicado, sino que debe tomar la iniciativa de una manera positiva y colaborar para que esto “sea un ejemplo para el mundo”.
Ante la pregunta de lo que significa el Iberá para él, sin titubear manifestó que lo siente como “una octava maravilla” y no duda en “obligar” a los correntinos que aún no conocen los Esteros a que lo visiten y “sientan los olores que ofrece”.
Desarrollo y empleo
Desde CLT afirman que uno de los principales objetivos del Parque Nacional tiene que ver con los puestos de trabajo y el progreso para las comunidades de la zona. Ante el descontento manifestado por organizaciones y agricultores de alrededores, explican que se produjeron por la “mala información o el desconocimiento” y que este avance “no influye de manera negativa”.
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