Transforman residuos del relleno sanitario en energía eléctrica para más de 25.000 viviendas bonaerenses

El uso de residuos orgánicos y su posterior transformación en biogás se convertirá en los próximos años en una “excelente” alternativa para el abastecimiento de energía eléctrica en la Argentina, según coincidieron el Ceamse y la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe), entidad que impulsa el aprovechamiento de relleno sanitario para construir más de 1.000 plantas de biogas en todo el país.
“Hemos iniciado con mucho éxito un proceso de utilización de relleno sanitario, que se transforma en biogás y posteriormente en energía eléctrica, que permite abastecer a más de 25.000 hogares” de la provincia de Buenos Aires, explicó a Télam el presidente de la Coordinación Ecológica Area Metropolitana (Ceamse), Gustavo Coria.
En diálogo con Télam, Coria defendió el gradual proceso de transformar el relleno sanitario en energía eléctrica: “Debemos empezar a considerar al residuo como una oportunidad y no como un problema”.
“Hay que avanzar en el tratamiento de los residuos orgánicos y su posterior transformación en energías limpias. Es un cambio de paradigma que estamos planteando desde el Ceamse”, agregó.
En sintonía con la experiencia del Ceamse, el presidente de la Federación de Cooperativas Federales (Fecofe), con sede en Rosario, Juan Manuel Rosso, anticipó que “en la Argentina se podrían construir, en los próximos 5 años, 1.000 plantas para producir unos 5.000 millones de metros cúbicos de biogas, lo cual equivale al 50% del consumo anual de fuel oil y gasoil que tiene Cammesa para generar energía eléctrica”.
En declaraciones a Télam, Rosso describió los beneficios que podrían generar la construcción de las plantas y mencionó, entre ellos, la creación de “miles de puestos de trabajo directos e indirectos, menor envío de divisas al exterior por la baja en las importaciones de energía y la posibilidad de agregar valor en origen a los cultivos energéticos”.
Remarcó la importancia que tendría la construcción de las plantas de biogás para Estado Nacional y los gobiernos provinciales en materia de “aumento de los ingresos por impuestos, ya que se destinarán materias primas para generación eléctrica de base y no para exportación de commodities” algo que -según explicó- “la energía eólica y solar no pueden garantizar”.
No obstante, condicionó el avance de la propuesta de Fecofe a la decisión oficial de establecer “tarifas razonables” para el servicio eléctrico.
“La principal limitante actual para este tipo de proyectos es que no hay una tarifa conocida del valor que se pagará el MW eléctrico generado en las plantas de biogas. Hace falta poner un precio razonable”, opinó.
“El biogás hay que pensarlo en gran escala, con centrales de generación de 300, 500, 1.000 y 2.000 KW, lo cual permite disminuir el costo operativo y aumentar la eficiencia del sistema”, agregó Rosso.
Por su parte, Leandro Varela, miembro del Instituto de Investigaciones y Políticas del Ambiente Construído, de la Facultad de Arquitectura, en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), se pronunció a favor de la generación de electricidad por medio de los residuos.
“Este tipo de iniciativas siempre son bienvenidas; queremos encontrar posibles alternativas a la energías producida por fósiles”, dijo a Télam el investigador y presidente de la ONG Nuevo Ambiente.
Aclaró sin embargo que en la Argentina “todavía está en una etapa embrionaria, pero se está investigando y trabajando mucho sobre el tema”.
La iniciativa para la construcción de las mil plantas se puso en marcha a partir de un proyecto conjunto entre la Facultad de Agronomía de la UBA, el INTA, la Cooperativa Eléctrica de Huinca Renancó, en Córdoba y la Fecofe.
“Es una idea ejemplar de sustentabilidad que interesó muchos pueblos vecinos del Departamento cordobés de General Roca”, precisó Rosso.
La propuesta de Fecofe tiene un antecedente real, efectivo y productivo en el país a cargo del Ceamse, que construyó y puso en operaciones dos centrales de generación eléctrica a partir del uso de relleno sanitario y el biogas.
Ambas centrales, que generan unos 15 MW por día, se encuentran emplazadas dentro del predio que el Ceamse posee en Campo de Mayo, en la provincia de Buenos Aires, que ocupa parte de los municipios de San Martín, San Miguel y Tigre.
Coria reiteró que, en el país, “tenemos que pasar de la cultura de la disposición a la práctica del tratamiento en polos ambientales” para lo cual “debemos empezar a considerar el residuo como una oportunidad y no es un problema”.
“Esta visión que está poniendo en práctica el Ceamse nos va a llevar a una región metropolitana más sustentable”, se entusiasmó.
El sistema funciona a partir del procesamiento de residuos y su posterior captura e impulsión de biogás por medio de tres sopladores con motor eléctrico trifásico, multi-etapa y variadores de velocidad para optimizar el consumo eléctrico.
Estos sopladores realizan la succión en todo el sistema de tuberías colectoras y transportan el flujo de biogás desde los 273 pozos de extracción (de 15 m de profundidad), ubicados en la zona del relleno, hasta la estación de captación y pre-tratamiento
El proceso concluye cuando la energía se transmite por medio de un electroducto subterráneo de casi 8 kilómetros de largo hasta la subestación Rotonda, en la localidad de José León Suárez, y la distribución final de energía que abastece a más de 25.000 hogares bonaerenses.

 

Fuente: Telam

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