Mató y descuartizó a su sobrina de 16 años

Maria Florencia Chanampa, Flopy, tenía 16 años y era madre de una beba de un año y medio. Vivía en una humilde casa del barrio Villa Elvira, en Funes, a 23 kilometros de Rosario, en la provincia de Santa Fe. Ocupaba con la beba, un ambiente dentro del mismo terreno donde vivía el resto de su familia.


En un sector, vivían su mamá con su pareja y sus hermanos, y en otro sector del mismo lote, vivía el hermano de la pareja actual de la madre, su tío político, René Mauricio Saldía, de 43 años, al que conocían como “el chileno” o “Chicho”.nena

 

La vida y la muerte de María Florencia Chanampa estuvieron signadas por la presencia de su tío político René Eugenio «Chicho» Araya Saldías, un ciudadano chileno de 46 años, ahora condenado a catorce años de prisión por el crimen de su sobrina de 16 años.

El cuerpo sin vida de «Flopy» fue rescatado tres años atrás por los bomberos en un pozo ciego de Funes trozado en catorce pedazos.

El mediodía del 6 de mayo del 2013, la madre de la adolescente llegó del trabajo a su humilde casa de General Paz y Esteban de Luca, en Funes, y se encontró con la bebé de un año y medio de Flopy llorando por la ausencia de la madre. «Chicho», su cuñado, le dijo que la muchacha se había ido a la casa del novio y había dejado la criatura a su cuidado.

La madre de Florencia radicó esa misma noche la denuncia por averiguación de paradero en la comisaría 23ª. Como no hubo novedades en toda la noche, al día siguiente regresó a la seccional y dijo que era muy raro que su hija desapareciera y no se llevara el celular. La mujer aportó a los pesquisas la sospecha contra su cuñado basada en una antigua denuncia por abuso de la chica cuando tenía cuatro años. Entonces, los policías fueron a la casa de General Paz 587. Los recibió «Chicho», que no tuvo problemas en dejarlos pasar. Una vez adentro, vieron una moto tipo enduro sin la rueda trasera, algunas manchas de sangre en el piso, ropa lavada recién tendida en una soga y advirtieron que el hombre tenía una lastimadura en la mano izquierda.

Imagen truculenta. Mientras recorrían la vivienda, uno de los uniformados corrió un balde que cubría la boca del pozo ciego y distinguió una imagen estremecedora: el cuerpo de Flopy trozado en pedazos.

El tío de la chica fue detenido y en la comisaría confesó ante la policía. En julio del 2013, el entonces juez de Instrucción Javier Beltramone procesó a Araya Saldías por homicidio doblemente calificado por la alevosía «en el marco de la violencia de género», pero tras la apelación de Gregorio Gómez, su abogado defensor, la Cámara Penal alivió la situación procesal de Chicho y le atribuyó la figura de homicidio simple. Finalmente fue condenado por ese delito a 14 años de cárcel por el juez de Sentencia Edgardo Fertitta.

En su declaración ante la policía Araya Saldías —trabajaba como custodio privado— relató que a las 10 del día del hecho comenzó a discutir con su sobrina porque «llevaba a sus amantes a la madrugada mientras él estaba trabajando. Le dije que los llevara a otro lado para que la casa no sea vista como un prostíbulo, pero ella me respondió que era su vida.

Entonces le contesté que años atrás me había hecho separar de mi mujer. Me dijo que quería vender la casa que le había prestado para que viviera por los problemas que tenía con su familia, Entonces me sacó de quicio y, con toda la bronca que tenía, la empujé, cayó para atrás y se golpeó con un pez de hormigón que estaba en el baño. La toqué y no respiraba. Me desesperé y llamé a la policía. Manché el teléfono porque me había lastimado agarrando la moto un rato antes. Pensé si llamo a la policía voy en cana, pero si no la llamo igual voy en cana. Fue así que decidí agarrar el machete y cortarla en pedazos».

Precisamente, este testimonio fue cuestionado por el abogado Gómez ya que su cliente negó su participación en el cruento suceso y recordó los dichos del hombre condenado en los Tribunales. «Después de que me detuvieron sufrí constantes golpizas y amenazas a fin de que declarara contra mi voluntad. Firmé la declaración para que dejaran de golpearme y de amenazarme», sostuvo Araya Saldías.

El letrado también sostuvo que no está acreditado que su cliente haya tenido la intención de matar a la adolescente. Sin embargo, Fertitta ponderó que, si bien el informe de la autopsia, «consideró ese golpe para producir la muerte, en sus conclusiones incluye como desencadenante del deceso a los los múltiples cortes que se hicieron para desmembrar el cuerpo».

Además, el juez afirmó que no fueron probados los tormentos que denunció el hombre condenado. «No pudo justificar adecuadamente por qué cercenó el cuerpo de la víctima en catorce partes y el ocultamiento de éste dentro de un pozo ciego». También valoró que en la escena del hecho se encontraron «un machete y un cuchillo tipo serrucho con múltiples manchas de sangre en el lugar». El juez tuvo en cuenta los dichos de la madre de Flopy acerca de que la chica había sufrido un abuso sexual de parte de Araya Saldías. «Además la tierra que tapaba el pozo ciego se encontraba removida», señaló Fertitta.

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