El miércoles se conocerá el veredicto en el juicio al disc jockey

El veredicto en el juicio que se le sigue al disc jockey Jorge Martínez Poch, acusado de abusar de sus dos hijas cuando niñas y de encerrar, golpear y violar a su novia durante septiembre de 2013, se conocerá este miércoles en los tribunales de la ciudad bonaerense de La Plata, informaron fuentes judiciales.
La audiencia comenzará a las 10.30 en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 platense, integrado por Juan José Ruíz, Carmen Palacios Arias y María Isabel Martiarena.
La semana pasada, la fiscal María Florencia Budiño pidió en su alegato que Martínez Puch (53) sea condenado a una pena de 40 años de prisión, por considerar que los hechos que se le imputan al disc jockey «se encuentran probados».
Desde principios de agosto que este hombre, apodado «El conde de la noche», es juzgado como autor de los abusos de sus dos hijas, cuando estas eran menores de edad, y por golpear, violar y mantener cautiva a su novia, la abogada Vanesa Rial (40).
En ese sentido, la fiscal Budiño solicitó al tribunal que Martínez Poch sea condenado por los delitos de «corrupción de menores agravada por violencia, amenazas, intimidación y vínculo de parentesco en concurso real con abuso sexual, gravemente ultrajante agravado por el vínculo de parentesco y por el grave daño a la salud mental» en perjuicio de sus dos hijas.
Y también le imputó «el concurso real con abuso sexual con acceso carnal reiterados, agravado por el grave daño en la salud mental y por haberse cometido por dos personas cuanto menos en un hecho en concurso real con privación ilegal de la libertad agravado por haberse logrado el propósito perseguido» en perjuicio de Rial.
En su exposición de más de cuatro horas, la fiscal remarcó «el modus operandi» de Martínez Poch para «seducir» y reducir a sus víctimas con violencia psicológica y física.
Las dos hijas del acusado, hoy de 19 y 20 años, quedaron al cuidado de su padre al morir la madre de ellas y a partir de ese momento, según declararon ambas víctimas, Martínez Poch las esclavizó, las obligó a ver películas pornográficas y presenciar sus actos sexuales con otras mujeres; además de realizarles tocamientos en sus partes íntimas con su pene, entre otros vejámenes.
En el caso de Rial, según la fiscal, Martínez Poch la sedujo con una imagen de «príncipe azul», inteligente, culto, amable, para luego reducirla con narcóticos, golpearla y violarla, incluso permitiendo que al menos otro hombre abuse de ella.
Al igual que con otras ex parejas, ese «príncipe azul» se transformó en un ser posesivo, agresivo, que aislaba a la mujer de su entorno familiar, de amistades y laboral, «coptando así su voluntad» con amenazas y violencia psicológica, apuntó la fiscal.
«`Yo le contestaba lo que él quería por miedo´, decían las hijas», recordó Budiño y agrego que Rial temía que Martínez Poch asesinara a sus padres, de quien había averiguado todos sus movimientos.
La fiscal destacó también que el acusado «tiene un absoluto entendimiento de los límites de su accionar» y que «se limita» cuando sabe que puede ser penado, como lo hizo cuando en alguna ocasión llevó Rial a la casa de un familiar de él donde «actuó» para fingir que eran una pareja feliz.
Para Budiño, aun hoy las víctimas del acusado padecen los daños psicológicos y físicos, y los cambios de personalidad y de conducta producidos por los abusos sufridos; y en el caso de Rial precisó que se encuentra bajo tratamiento psicológico y medicada para no tener alucinaciones ni visuales ni auditivas.
Por su parte, el propio Martínez Poch negó todos los hechos, consideró una «exageración» la pena pedida por la fiscal y dijo que sólo se arrepentía «de no haber podido estar más tiempo» con sus hijas.
En tanto, el abogado defensor Juan Martin Cerolini reclamó la absolución del disc jockey al sostener que el acusado es una persona «inimputable» y aseguró que durante el debate «no se pudo probar» los presuntos abusos contra las hijas del imputado.
Mientras que sobre los hechos que involucraron a Rial, el letrado sostuvo que la mujer es una «neurótica» y que «una neurótica y un psicópata se complementan».
Para Cerolini, en la pareja formada por Rial y Martínez Poch «existió una relación afectiva normal que, para los de afuera, era anormal».
Los hechos ventilados en el debate comenzaron a ser investigados luego de que el 24 de septiembre 2013, Rial fue rescatada por la Policía de un departamento en un edificio ubicado en las calles 23 entre 58 y 59 de La Plata, donde su novio aparentemente la tenía cautiva desde principios de ese mes.

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