Nació en Nogoyá pero desde 1978 se radicó en Posadas. La observación permanente de la vida en el Mercado Modelo lo inspiró a componer una canción que recorre la historia del tradicional paseo comercial.
La Placita de Posadas cumple 60 años. Este emblemático rincón de la ciudad, ubicado a metros del Río Paraná es un lugar plagado de historias, olores y personas que se encargaron de hacer de este lugar, algo más que un simple centro comercial. La Placita es un lugar entrañable, quien la conoce, no la olvida. Para los posadeños una tradición. Para los turistas un lugar pintoresco donde pueden conseguir productos de los orígenes más variados, desde los típicos yuyos sanadores hasta imitaciones de perfumes y productos electrónicos de cualquier tipo.
La mercadería que se vende en el Mercado Modelo se ha amoldado a las necesidades de los compradores y al paso del tiempo. En sus orígenes La Placita estaba conformada por “paseras”, esas mujeres de fierro que desde muy temprano cruzaban el río en canoa y en el mejor de los casos en lancha, para venir a vender sus productos y a veces debido al típico “regateo” de precios (otra particularidad de este lugar) mal venderlos y volver a cruzar el río y repetir el mismo trayecto al día siguiente.
En La Placita a diferencia de otros espacios comerciales, el vendedor o la vendedora, están desesperados por vender sus productos. Con una exagerada cordialidad y una enorme sonrisa se encargan de ofrecer su mercancía a cada persona que pasa por su puesto.
Todos estos detalles inspiraron a un entrerriano nacido en Nogoyá, que por razones de trabajo allá por 1978 se radicó en Posadas. Carlos Rodríguez Paz, encontró en La Placita una fuente de inspiración. Sus ojos jamás habían visto algo parecido. Por su personalidad curiosa cada vez que iba conversaba con los vendedores y vendedoras. Contemplaba todo y a partir de crudas como espléndidas realidades observadas en La Placita compuso “La Placita”. Una canción que con solo escucharla transporta a los oyentes a los pasillos del mercado modelo. Una canción que registra los viejos tiempos de este histórico lugar. Menciona a “los mutilados del Chaco” haciendo referencia a los sobrevivientes de la guerra que encontraron en La Placita una forma de seguir viviendo como comerciantes. Carlos comenta que era habitual que a algunos de los vendedores les falte un brazo, una pierna, un ojo. Recuerda que cuando él les preguntaba ¿cómo fue? Todos los mutilados contestaban lo mismo: “el Chaco señor”
Carlos Rodríguez Paz comparte por primera vez esta canción que compuso ya hace muchos años. Y qué mejor momento que el aniversario de 60 años de La Placita para homenajearla con su poesía y canto.
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