Aula Invertida: Para Bergmann los docentes misioneros están preparados para innovar y solo falta infrestructura

Uno de los creadores del Aula Invertida Flipped Classroom; Jonathan Bergmann trabajó con los alumnos y docentes misioneros durante una semana. Haciendo un balance indicó que los docentes misioneros están preparados para aplicar la innovación educativa, pero reconoció que hay que invertir en infraestructura y capacitar a los docentes en el armado de los contenidos audiovisuales y extraclase.

Después de una semana trabajando con los docentes misioneros, Jonathan Bergmann consideró que “los docentes están trabajando bien. Pero hay que hacer un cambio en la forma de dar las explicaciones, que ahora van a estar en videos y lo que viene es poner en práctica en clase lo que se aprende”.

Planteó que en el poco tiempo que estuvo “puedo decir que el equipo docente está preparado para los cambios y ahora hay que invertir en infraestructura de las escuelas para poder aplicar los cambios”. Remarcó que cada docente debe poder preparar sus clases en audiovisuales y otros formatos de forma que el alumno pueda avanzar en su casa.

Destacó el acompañamiento del Gobierno provincial y Educativo en este proyecto, por ello considera que se puede mejorar la infraestructura en el corto plazo.

Aunque explicó que mientras se avanza en la conectividad y acceso a la tecnología, se puede avanzar en el uso del aula invertida a través de contenidos audiovisuales que son entregados en clase al alumno en formatos que pueda verlo en su casa. Se prevé el uso de las computadoras y/o los teléfonos celulares.

El aula invertida o Flipped Classroom comienza con una simple pregunta. ¿Cuál es el mejor uso del tiempo de clase cara a cara? Afirmó el profesor Bergmann. Destacó que una vez que se avanza en la implementación del sistema los beneficios que se pueden observar “es la mejor relación alumno docente, el rendimiento académico mejora y los alumnos y docentes se sienten más felices. Los alumnos pueden pausar y rebobinar a los docentes”.

Además los “alumnos que requieran un mayor apoyo de los docentes, van a poder tener ese apoyo durante las clases porque las lecciones se dan de antemano” y pueden plantear cuestiones concretas de ayuda al docente.

Sobre los alumnos misioneros con los que se reunió en la semana, Bergman expresó que “los alumnos son muy apasionados por el aprendizaje, el grupo con el que trabaje en la semana está muy interesado en mejorar. Estoy maravillado por la forma en que se manejan”.

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Como es el sistema de Aula Invertida

Jonathan Bergmann era un tranquilo profesor de Química que impartía la lección al estilo tradicional en su instituto de toda la vida en Colorado (EEUU). La monotonía de la pizarra y del libro de texto no le impidió darse cuenta de que sus alumnos se aburrían y se ausentaban cada vez más. En 2007, él y su colega Aaron Samsempezaron a grabar las clases y a publicarlas luego en internet para que los estudiantes que faltaban al colegio pudieran verlas desde casa. El invento tuvo éxito y de ahí surgió el flipped classroom o aula invertida, un nuevo método de aprendizaje que ha puesto las clases del revés.

El flipped classroom consiste en que los alumnos ven vídeos en casa con las explicaciones grabadas por el maestro, mientras que en la escuela llevan a la práctica la teoría aprendida. Las tareas que antes hacían en casa ahora las realizan en grupos en el colegio; las lecciones que antes oían en el aula ahora las siguen desde su habitación, con la ayuda de su ordenador. La evidencia científica dice que los críos mejoran sus resultados académicos y están más motivados.

Bergmann dialogó con los profesionales locales y luego con los docentes y alumnos que asistieron a la jornada. Allí explicó que plantean desde el Aula Invertida. Resaltando los puntos positivos y las necesidades para la aplicación.

«Los estudiantes son más felices porque están más comprometidos con lo que hacen», asegura Bergmann. El flipped classroom es «mejor» que el método tradicional porque «los estudiantes pueden aprender a su propio ritmo», porque «tienen más tiempo para interactuar con el profesor durante la clase» y porque «las clases son mucho más activas y los alumnos tienen más tiempo de profundizar en los conceptos». En otras palabras, «los alumnos pueden rebobinar y dar al botón de pausa del maestro».

Pero el sistema también tiene sus contras. Por ejemplo, «exige mucho más a los profesores». Como los docentes tienen que grabar sus charlas, «no pueden limitarse a saber la lección, sino que deben ser unos auténticos expertos». «Para algunos profesores, esto es complicado», reconoce.

«El modelo necesita mucho más trabajo», responde Bergmann muy diplomático. «No hará más fácil la vida de los profesores, pero la mejorará. Donde esto mejor ha funcionado es en los casos en que los directores han encontrado formas creativas para dar a sus docentes el tiempo necesario para desarrollar el método».

Bergmann también reconoce que, para que el aula invertida funcione bien, «se necesitan herramientas tecnológicas más simples e integradas que permitan que el sistema se implemente con más facilidad”. Eso sí, opina que “la tecnología se ha hecho cada vez más fácil de usar y hay un gran número de buenas aplicaciones que les facilitan las cosas a los profesores».

¿Y los alumnos? ¿Cómo consiguen que todos los niños vean en casa todos los vídeos sin que nadie les vigile? «Ésta es la gran pregunta. La clave es conseguir que los alumnos se sientan responsables si no ven los vídeos. A nosotros nos funciona que los estudiantes simplemente tomen notas mientras ven los vídeos y que después nos las enseñen, pero es verdad que en otros colegios esto no ha funcionado».DSC08595

Y ahí es cuando el profesor se tiene que convertir en una especie de maestro de ceremonias que encandile a los alumnos y les haga sentirse protagonista de su propio proceso de aprendizaje. «¿Cuál es el valor de una clase si un alumno puede acceder a todo el contenido sin asistir al aula?», reflexiona Bergmann. «Cuando los estudiantes están en aulas invertidas bien llevadas, están más comprometidos, aprenden a un nivel superior y consiguen autogestionarse». Y entonces nadie tiene que obligarles a hacer las cosas.

Con tantas lecciones en vídeo, ¿no aumenta la carga de trabajo para casa? «Si un profesor implementa bien el modelo, los vídeos son de entre cinco y 12 minutos.

Experiencia en Misiones

No se obligará a los docentes a implementarla, se capacitará a los que quieran usarla. Por la carga horaria de las técnicas, se permitirá ver los videos en clases.

La falta de tiempo fuera de la doble jornada escolar es uno de los inconvenientes que plantearon las escuelas técnicas y agrotécnicas para poder implementar el modelo pedagógico del aula invertida.

Por ello, desde la Subsecretaría de Educación Técnica, a cargo de Alberto Galarza, y el creador de esta herramienta de enseñanza, el docente norteamericano Jonathan Bergmann, sugirieron a los docentes que destinen una parte del horario de clases para ver los videos sobre el tema elaborados por cada profesor.

Bergmann y Galarza visitaron durante la semana las diez escuelas técnicas y agrotécnicas que aceptaron formar parte de esta prueba piloto aplicando el método de aula invertida. Estas son la Epet 4 de Iguazú, Epet 22 de Santiago de Liniers, Epet 7 de Jardín América, Epet 1 de Posadas, IEA 1 de Bonpland, IEA 10 de 25 de Mayo, IEA 9 Colonia Aurora, Epet 28 de San Pedro, IEA 2 y Epet 3 de Oberá.

Videos de entre 6 y 12 minutos

La ventaja más importante de esta herramienta es que, a diferencia de una clase tradicional, el alumno puede pausar el video o volver a verlo las veces que considera necesarias. Otro beneficio es que permite una mayor participación familiar en el proceso de aprendizaje.

El video no es el equivalente de una clase tradicional filmada. Por ello, para poder desarrollar estos productos audiovisuales, se ofrecerá un taller a los docentes.

“La extensión de los videos es muy inferior a una clase, se calcula que la cantidad de minutos de la filmación no tiene que superar la edad del alumno, es decir no más de seis minutos para los chicos de primer grado, no más de trece minutos para un alumno de primer año del secundario”, indicó Galarza.

Con muy buenos resultados, esta metodología que fue pensada en 2007 por el profesor de Química Jonathan Bergmann y su colega Aaron Sams, para que los alumnos que faltaron a clases pudieran recuperar el contenido, se implementa en numerosas instituciones educativas de Estados Unidos, China, Islandia, México, Canadá y Reino Unido, entre otros países.

En Misiones, según destacó Bergmann, cuenta con el apoyo de las autoridades educativas y no sólo de un grupo de instituciones. No obstante, no eludió que es necesario el apoyo y compromiso de los docentes para su implementación exitosa.

Para Jonathan Bergmann, el modelo de clase invertida es aplicable para cualquier materia o área del conocimiento, incluso las más conceptuales o teóricas, como historia o literatura.

“Por ejemplo, una clase sobre historia de Misiones, puede utilizarse la clase para hacer un debate sobre un hecho histórico o para leer las fuentes primarias de la historia… hay muchas posibilidades”, señaló este docente de Química oriundo de Colorado, Estados Unidos.

Según admitió, hay cuatro condiciones u obstáculos para implementar esta metodología que en inglés comienzan con “t”: el docente debe repensar la forma en que da la clase, tienen que entrenarse en cómo hacer bien las cosas, se requiere un tiempo extra para elaborar cada video y por eso se necesita el apoyo de los directores de las instituciones y autoridades educativas; y la cuarta condición es el uso de la tecnología básica para poder hacer los videos”.DSC08598

Pese a que los docentes más jóvenes están más familiarizados con el uso de la tecnología informática, Bergmann aseguró que esto no significa necesariamente que los educadores con más años de trayectoria sean los más reticentes a incorporar el método del aula invertida a sus prácticas pedagógicas, “lo ideal es lograr que los docentes con más antigüedad y práctica acepten cambiar la forma en que dictan sus clases”, analizó.

Plataforma Guacurarí

El propio Bergmann destacó que para llevar adelante la metodología, se requiere que los alumnos tengan celulares y conexión a Internet, aunque esto último tampoco es indispensable pues también se puede bajar el video por bluetooth o la tarjeta de memoria.

Obviamente, el docente necesita un celular que permita grabar un video con buena definición. “Muchos están en desacuerdo con el uso de los celulares en el aula, yo estoy en descuerdo con ellos. Creo que en lugar de pelear contra la cultura de la pantalla, debemos aprovechar este dispositivo. No importa el lugar del mundo donde estemos, prácticamente todos los alumnos tienen un celular a su disposición”.

La innovación educativa que supone este modelo aporta como principales beneficios los siguientes:

  • Permite a los docentes dedicar más tiempo a la atención a la diversidad.
  • Es una oportunidad para que el profesorado pueda compartir información y conocimiento entre sí, con el alumnado, las familias y la comunidad.
  • Proporciona al alumnado la posibilidad de volver a acceder a los mejores contenidos generados o facilitados por sus profesores.
  • Crea un ambiente de aprendizaje colaborativo en el aula.
  • Involucra a las familias desde el inicio del proceso de aprendizaje.

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