Investigan a un capitán del Ejército por el arsenal hallado en la casa donde estuvo cautivo el comerciante chino

La causa por el secuestro del comerciante chino Daniel Wu (25) sorprende a cada hora por las derivaciones que exhibe. Después de la detención de otro integrante de la comunidad, sospechado de haber estado ligado al caso (aunque los indicios no serían del todo fuertes), se conoció, en medio del hermetismo de los detectives, el arresto de un soldado del Ejército Argentino, quien alquilaba la casa de la manzana 38 del barrio San Isidro, vivienda en la que estuvo cautivo por más de 12 horas el oriental. El uniformado quedó detenido luego de declarar ante la Justicia Federal.
Pero sus dichos dieron una pista más a los investigadores: dijo que todo el arsenal y equipamiento hallado en la residencia del sur de la capital provincial son propiedad de un capitán del Ejército, al que mencionó con nombre y apellido. Ahora, ese oficial está en la mira de los investigadores.
El segundo sospechoso detenido se llama Nicolás Penayo. Él sostuvo que alquiló esa residencia. Lo que no supo explicar es por qué los vecinos afirman haber visto en el lugar muchas veces a ciudadanos paraguayos con camionetas, cargando o subiendo cosas.
En la casa, hallaron cédulas y recibos de servicios a nombre de personas de nacionalidad paraguaya.
Penayo dijo en su declaración que él trabaja con un capitán, a quien apuntó como el dueño de las armas, los proyectiles, las carpas, las hamacas, los uniformes y el resto del equipamiento de campaña encontrados en la vivienda allanada.
Después del interrogatorio el soldado fue alojado en dependencias de la Policía Federal Argentina. El otro arrestado, Lin Shi Shua (31), se encuentra en la Dirección de Investigaciones Complejas de la Policía de Misiones. En su indagatoria, también se desligó del secuestro, aunque admitió conocer a la familia de Wu.
Entre los investigadores hay dos hipótesis: la de un secuestro extorsivo vinculado a una célula de la agrupación guerrillera Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y la del intento de cobro de una deuda de los Wu por parte de mafiosos. Quienes se inclinan hacia la primera teoría indican que el arsenal decomisado apunta hacia los guerrilleros. Los que avalan la segunda indican que el material decomisado no es significativo y que quienes secuestraron a Daniel, aparte de recibir el encargo de cobrar la deuda, se dedicaban al tráfico de armas.
Wu fue secuestrado el miércoles en el Acceso Oeste de Posadas, luego de que saliera con una mujer de un casino posadeño. Al parecer, la banda que lo capturó sabía de su afición por las apuestas, por lo que siguió sus movimientos. La mujer que sedujo al oriental también integraba la banda.
El joven fue llevado a la casa del barrio San Isidro, de donde escapó por la tarde, luego de que los captores abandonaran la propiedad. Salió por una ventana, luego saltó un muro y finalmente ganó la calle.
Mientras estuvo cautivo, la banda llamó a Antonio Wu, pidiéndole 500 mil dólares para liberar a Daniel. La familia juntó alrededor de 300 mil pesos y los llevó hasta las inmediaciones del hipódromo, el punto mencionado por los captores. Pero como nadie pasó a buscar la plata, trajo de nuevo el bolso con los billetes y ahí avisó a la Policía.
Lin Shi Shua fue visto en el barrio San Isidro poco antes de que hallaran a Daniel. Huyó a bordo de un coche Audi Q5 y lo atraparon por la ruta 103, en Oberá.
A Penayo llegaron porque averiguaron quién alquilaba la casa. De los captores y de la mujer que sedujo al comerciante, no se sabe nada aún.
Los Wu son dueños de dos supermercados, uno ubicado sobre la avenida López Torres casi Ambrosetti (administrado por Daniel y su novia Sofía) y otro por Alem (allí está al frente el padre del joven).

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas