Siguen sin aparecer los captores del comerciante chino y esperan pericias para definir la situación del detenido

La Justicia Federal analiza por estas horas el material recabado hasta el momento para dar los siguientes pasos en la causa por el secuestro del comerciante chino Daniel Wu (25). En principio, se tomarán más testimoniales, sobre todo del círculo cercano a la víctima, para determinar más detalles de la negociación con los captores, que desembocaron en el rescate que finalmente no se pagó. También se aguardan los resultados de pericias para definir la situación del único sospechoso detenido: Lin Shi Shua (31).
El oriental, arrestado el miércoles en Oberá, declaró ayer ante la jueza Federal María Verónica Skanata y se desligó del hecho. Después volvieron a llevarlo a la Dirección de Investigaciones, donde guarda reclusión.
Shua afirma dedicarse a distintos negocios, entre ellos la venta de mercadería a comerciantes. En su momento, estuvo investigado por presuntas orgías con chicas menores de edad que denunciaron se hacían en el casino de Oberá. Dos comisarios de la Policía de Misiones fueron pasados a disponibilidad por ese caso. Las sospechas indican que en estas fiestas sexuales se hacía llamar «Alejandro».
El sospechoso suele moverse entre Posadas, Candelaria y la Zona Centro.
Hasta ahora, lo único que lo ligaría al caso es que lo vieron a bordo de un coche Audi Q5 cerca de donde estuvo cautivo Daniel Wu. Es más, huyó del barrio San Isidro y recién lo atraparon horas después en Oberá.
De los malvivientes que tomaron cautivo a Wu en el Acceso Oeste no se sabe nada. El joven dijo que la banda la integraban al menos cuatro personas, entre ellos una mujer que lo sedujo en un casino y luego lo entregó a los captores.
Tampoco se determinó aún con certeza quién es el dueño actual de la vivienda donde estuvo encerrado el comerciante (en la manzana 38 de San Isidro) y donde hallaron desde armas hasta proyectiles y equipamiento militar. «Es una casa entregada por la EBY que pudo haber pasado por distintos dueños, hasta ahora no sabemos quién lo ocupaba en los últimos tiempos», admitió un investigador. Los vecinos dijeron que el dueño es un correntino, pero esto no fue comprobado.
Con respecto al material decomisado en la casa, en breve declararía un oficial del Ejército argentino para confirmar algo que los detectives dar por hecho: todos los uniformados decomisados son originales.

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