El trágico hecho tuvo lugar en San Juan. En un descuido, el padre dejó una botella de thinner en el piso y la criatura de 18 meses ingirió una cantidad considerable del químico. A los pocos minutos, comenzó a vomitar sangre y finalmente falleció en el hospital.
Un niño de un año y medio murió el pasado martes, en San Juan, tras ingerir diluyente de pintura. La tragedia sucedió cuando el chico tomó una lata de thinner que había comprado su padre, que se mantiene haciendo changas, en el departamento Rivadavia, del Gran San Juan.
El hecho ocurrió el lunes por la tarde, pero se conoció recién este miércoles. El niño, de nombre Elías Joel Gómez, tomó la botella de thinner y bebió parte del contenido, en un momento en que su padre había dejado el recipiente en el piso.
El menor vomitó sangre apenas minutos más tarde de haber tomado el diluyente. Con ayuda de un vecino, los padres lo llevaron al hospital Marcial Quiroga.
Una vez en el centro de salud, el chico fue sometido a un lavaje. Luego lo trasladaron al Hospital Rawson, pero falleció cerca de las tres de la madrugada del martes. En tanto, se supo que era el único hijo de la pareja.