Sólo en Posadas se genera casi tanta basura como en el resto de la provincia

En el 1er Seminario de Gestión de Residuos Electrónicos que se desarrolla en el Casino Hotel de Iguazú durante esta tarde, también se debate sobre las soluciones que consiguió la provincia en gestión de residuos convencionales, donde tiene una situación privilegiada con respecto a la región.

El gerente general de AESA Misiones, la empresa que gestiona los dos rellenos santiarios de la provincia, además de realizar la recolección en varios de los principales municipios, detalló cómo funciona el sistema que hizo de Misiones una provincia libre de basurales a cielo abierto.

A la hora de explicar las cantidades de residuos que maneja AESA en el día a día, Keller explicó que «Posadas genera el 41 por ciento del total de la basura que se produce en Misiones». Es decir, la basura que generan los poísadeños es casi tan voluminosa como lo que generan los otros 74 municipios.

En total son 225 toneladas de basura por día que se generan en Posadas. Lo cual implica una media de generación de residuos de casi 0,80 kilos por habitante/día. Por año son 84.000 toneladas de desperdicios que se procesan en el relleno santiario de Fachinal, junto a los restos de la mitad Sur de la provincia, que hacen llegar sus desperdicios a través de las estaciones de transferencia, operadas por AESA Misiones.

La solución a los basurales a cielo abierto

Cuando arrancó con su exposición, Keller comentó el enorme problema ambiental y para la salud que generaban los basurales a cielo abierto, que tenían entre otros contratiempos el denominado lixiviado (el proceso por el cual los residuos van generando un líquido que luego pasa a las napas, contaminando el agua).

Desde comienzos de la década pasada, se logró la solución reemplazando los basurales por los rellenos santiarios. Keller explicó cómo funcionan los dos rellenos santiarios con los que cuenta Misiones, uno en Aguas Blancas (municipio de Caraguatay) y el otro en Fachinal (para la zona Sur).

«Tenemos 26 estaciones de transferencia, 11 para la zona Sur y las restantes para el relleno de aguas blancas. Los municipios hacen su propia recolección y lo llevan a las estaciones de transferencia que son grandes contenedores que luego se transportan por camión a los rellenos sanitarios», explicó el ejecutivo de AESA.

También detalló cómo está construido un relleno santiario, que no es otra cosa que un enorme agujero en la tierra que luego se recubre con una enorme película de componentes que se endurecen e impermeabilizan con la humedad. «Además, tiene unos tubos que van capturando el líquido del lixiviado, y esos efluentes luego se tratan», detalló.

«El relleno sanitario de Fachinal tiene 20 hectáreas dentro de un predio que tiene un total de 100 hectáreas, y hasta ahora, en casi 15 años se utilizaron solo 13», señaló, destacando que la capacidad de recibir desperdicios.

Keller también desarrolló en su exposición la gestión de residuos patológicos (hospitales) y residuos peligrosos (pilas y baterías) que desarrolla la firma que tiene a cargo.

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