Los jóvenes caen en las adicciones «por la falta de un sentido de vida» afirmó el padre Pepe Di Paola 

El padre José María “Pepe” Di Paola, que realiza su tarea pastoral en la Villa La Cárcova, de la localidad bonaerense de San Martín, afirmó hoy que en la Argentina “hay dos negocios fuera de control: las armas y las drogas”. Al respecto, señaló que desde que comenzó su actividad sacerdotal en las villas, en 1997, pudo observar un “crecimiento exponencial del consumo de drogas” entre los adolescentes y jóvenes.

«Hay una ausencia del Estado pero también de la sociedad civil: la escuela, los clubes de barrio, la Iglesia misma. Pero para no cargar las tintas sólo en el Estado, se puede decir que aunque estuviera presente no alcanzaría porque la sociedad civil está ausente”, opinó.

El Padre Pepe Di Paola, incansable trabajador como otros “Curas Villeros”, nos habla de los grandes causales del consumo de droga: la falta de sentido de vida y de horizonte hacia el cual caminar. De una droga que está instalada desde hace años, quizás con más fuerza desde el 2001 y que viene generando el fenómeno de la delincuencia, de las peleas y los hechos de muerte violenta.

El Papa Francisco, en estos tres años de papado, ha logrado cambiar un poco el rumbo del mundo, y nos recuerda el gran problema de descarte social, sus derivaciones e implicancias dentro del seno familiar.

Lo dicho, hecho, prometido y realizado por Francisco, no coincide con los intereses de los poderosos o con cálculos políticos o ideológicos coyunturales; y nunca se lo podrá entender si se lo mira desde una gran ciudad o de los lugares de poder.9534b5b4-9ed6-4347-95a9-b2bc36c74774

A pesar de ello en la audiencia general de esta semana, catalogó a la J.M.J. reciente como un signo profético para Polonia, para Europa y para el mundo. Recalcando sobre la nueva generación de jóvenes que dió respuesta con signos de esperanza y de fraternidad, tan necesarios frente a un mundo en guerra.

Fraternidad, junto a una necesaria cercanía, diálogo y amistad, son los gestos que generan la esperanza necesaria para evitar especialmente el flagelo del descarte social y sus derivaciones a la violencia y drogadicción.

El Padre Pepe Di Paola, incansable trabajador como otros “Curas Villeros”, nos habla de los grandes causales del consumo de droga: la falta de sentido de vida y de horizonte hacia el cual caminar. De una droga que está instalada desde hace años, quizás con más fuerza desde el 2001 y que viene generando el fenómeno de la delincuencia, de las peleas y los hechos de muerte violenta.

“El gran trabajo de prevención nos parece que tiene que tener como eje el mostrar que la vida tiene sentido. Por eso nos parece que las adicciones son principalmente enfermedades espirituales, sin negar obviamente su dimensión biológica y psicológica. Una persona espiritualmente saludable está convencida de que la vida merece vivirse, le encuentra sentido a lo que hace, y tiene la “alegría de vivir”.Nuestro país tiene una enorme deuda social. “La deuda social es también una deuda existencial de crisis de sentido de la vida: se puede pensar legítimamente que la suerte de la humanidad está en manos de quienes sepan dar razones para vivir”.42bf0f7e-8d97-4721-9bde-cbef1b1b3f2b

Pepe nos aconseja abordar la tarea de la prevención de las adicciones trabajando con esperanza y con la confianza audaz de que es posible crear ámbitos sanos y dichosos que ayuden a curar las heridas; poniendo el centro de nuestro esfuerzo en adaptar nuestros programas e instituciones a la realidad y no la realidad a ellos; así como crear ámbitos que rompan las cadenas invisibles que esclavizan a nuestros adolescentes y jóvenes.

En Septiembre del 2014, varios “Curas Villeros”, enviaron una carta a la Presidenta Cristina Kirchner:  Lorenzo de Vedia, Carlos Olivero, Juan Isasmendi, Guillermo Torre, Martín Carrozza, Eduardo Drabble, Gustavo Carrara, Hernán Morelli, Nicolás Angellotti, Pedro Baya Casal, Gastón Colombres, José María Di Paola (Padre Pepe), Basilicio Brites, Jorge García Cuerva, Juan Manuel Ortiz de Rozas.En la misma mencionaban la problemática de la exclusión quien favorece la adicción y causa estragos e hipoteca vidas esclavizando en lugar de dar más libertad.

Di Paola explica que “detrás de las estadísticas hay rostros concretos e historias muy dolorosas, a pesar de ello, con alegría podemos decir que muchos de los chicos y chicas que acompañamos, se han puesto de pie y hoy son los verdaderos protagonistas del camino de inclusión  que empiezan a transitar otros chicos y chicas que están en la situación que ellos estaban. Son ellos los que ahora tienden la mano, siendo portadores de esperanza”.

El cura “villero” afirma que “mirando a los niños y jóvenes de nuestros barrios apostamos a la esperanza, y nos comprometemos a seguir trabajando por la inclusión social, de lo contrario se pierde mucho. Se pierden, ante todo, a las personas que no pueden con su vida, se pierden hombres y mujeres que por falta de igualdad de posibilidades se quedan a mitad de camino; y así se desvanecen sueños, proyectos, talentos, valores, dones, ideales y horizontes, tan necesarios para construir una sociedad más justa, solidaria y verdadera. Se pierden insospechables riquezas personales, como intelectos lúcidos, manos hábiles y virtuosas para el trabajo, el arte y la ciencia, para hacer más promisorio y posible el futuro en la Argentina. Perdemos corazones buenos y nobles, que aportarían dando seriedad a las cosas, respeto al semejante y pasión para construir una patria de hermanos”.

“Tengamos cuidado con la cultura de la imagen que hoy se vive ya que de muchas maneras se busca tener cautiva nuestra mirada; si esto se logra, en gran parte se adueñan de nuestra vida”, dice el Padre Pepe.padre-pepe_2_chica

Esta en cada uno de nosotros anhelar  “vivir bien”, o tan sólo “pasarla bien”.

“Viviendo bien”, y practicando las históricas palabras que identifican al pueblo Francés “Libertad, igualdad, fraternidad”, nos daremos cuenta que con sólo “cinco panes y dos peces”  percibiremos  las cosas más sencillas, más profundas de la cultura popular y mejor escucharemos a los demás, pudiendo encarnar  así una Iglesia Samaritana.

El futuro del planeta se conjuga con “Laudato Si”. Con protagonismo, amistad y siendo perseverantes en los tiempos, muchos corazones buenos y nobles aportaremos a nuestra patria.

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Colaboración Gabriel Alsó

 

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