Así será la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos

Hay dudas sobre quién encenderá el pebetero. Los detalles del esperado arranque de la cita olímpica, con algunas confirmaciones y la gran incógnita de quién llevará la antorcha olímpica.

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Un portón de 1,90 metros. Ése es el principal acceso al campo de juego que tiene el Estadio Maracaná, amén de otras cuatro puertas. El gigante del fútbol brasileño, el ícono global de los escenarios deportivos, reformado a un valor de 300 millones de dólares para el Mundial de 2014, con capacidad para 95.000 espectadores, tiene su ingreso al campo como si se tratara de una canchita de fútbol 5. El equipo creativo de la Ceremonia de Apertura sufrió de movida su propia derrota, un «Maracanazo» artístico, cuando comprobó que la planificación de la apertura de Río 2016 no permitiría el uso de grandes estructuras.

Las ceremonias de apertura de los Juegos Olímpicos son secretos mal guardados cuando está cerca el momento de su realización. En 2012 alcanzaba pasar por fuera del Estadio Olímpico de Londres la noche anterior para escuchar desde la calle al grupo Arctic Monkeys en la prueba de sonido. Pero frente a un estreno de función única, ante una película que se emite en tiempo real, las sorpresas siempre quedan ocultas. El domingo pasado hubo un ensayo general. Las pasadas de los diferentes cuadros artísticos sirven para tomar los tiempos de cada acto. El momento de encendido del pebetero fue dejado en blanco. O mejor dicho: el Maracaná quedó a oscuras para que la secuencia no fuera interrumpida. Algunos dicen que será Pelé el encargado de encenderlo. Otros lo descartan porque su estado de salud es delicado. Aquí es donde todos se comportan como niños que están por recibir un regalo y quieren saber qué esconde el paquete.

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Los detalles de la ceremonia

Miles de personas en escena. El despliegue en el campo condensará la tarea de multitudes: unos 10.000 atletas, 5000 voluntarios, 300 productores artísticos, 200 bailarines, 12 escolas do samba con 504 ritmistas, 5500 trajes de vestuario y un público estimado en 3 mil millones de espectadores en el mundo.

El tema. El patrimonio cultural brasileño será central en la ceremonia. Londres 2012 le mostró al planeta que la música pop que atravesó el siglo XX le pertenecía. Pekín 2008 fue un violento salto de la agricultura campesina al asombro tecnológico con pantallas luminosas que se enrollaban. Los grandes músicos de jazz miraron hacia Brasil a comienzos de los años sesenta cautivados por la bossa nova. Río amenaza con responder nuevamente a ese encanto. Se promete una apertura sobre tres pilares: la selva y la vegetación como un jardín mundial, la diversidad de su gente como muestra de tolerancia, y la alegría a veces estereotipada del brasileño.

Cuánto dinero se gastó. El presupuesto original era de 114 millones de dólares para las cuatro ceremonias. Luego se redujo a 55 millones. Mucho de ese dinero se llevan los operativos de seguridad. Las cifras se conocerán cuando terminen los Juegos. Pero lo que es seguro es que costarán una 12° parte que la de Londres 2012.

¿Quién encenderá el pebetero?

Las casas de apuestas brasileñas pusieron varios nombres candidatos para ser quienes enciendan el pebetero olímpico en el estadio Maracaná. El gran candidato es Pelé, quizás el ícono deportivo más importante de Brasil, aunque su edad y su estado de salud lo pueden terminar bajando. Por eso se evalúan otros nombres: Guga Kuerten, Ronaldo y hasta el basquetbolista Oscar Schmidt, quien lleva el récord de mayor cantidad de puntos en ese país. El secreto está guardado bajo siete llaves y se develará esta noche.

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