Corrió 158 kilómetros para pedir que lo dejen volver a ver a su hijo del corazón

Junto a su mujer, cuidó y crió a Tiago durante más de un año, pero una jueza lo dio en adopción a otra familia. «A nosotros nos decía papás», dijo Octavio Vignolio.

No corrió para lograr un récord ni ganar una medalla. Octavio Vignolio completó el trayecto que une Balcarce de General Guido -158 kilómetros en total-, con temperaturas bajo cero y llevando todo el tiempo una bandera en la que se leía «Justicia por Titi», por una causa personal: pedir que lo dejen volver a ver a Tiago, el niño que cuidó y crió durante un año. La maratón duró tres días y terminó entre llantos y abrazos con su mujer Victoria Balda y su hermano Alejandro.

“Queremos ver a Titi y seguiremos reclamando por él, queremos que se haga justicia”, dijo el hombre de 35 años que nació y en Balcarce.

Tiago, hijo del corazón

En 2014 Vignolio y Balda se enteraron de que había un bebé de 16 meses en el hospital Materno Infantil de Mar del Plata que estaba por recibir el alta y no tenía quien lo cuidara. El nene había sido internado luego de haber sido golpeado por su madre, quien fue acusada de tentativa de homicidio. Además mostraba un cuadro de mala alimentación y afección por sarna.

La pareja visitó durante varios días al bebé y cuando recibió el alta, lo llevaron a su casa con la promesa de una guarda con fines de adopción.  Lo cuidaron durante un año y un mes, hasta que la jueza Verónica Polchowski, del Juzgado de Familia de Dolores, les impuso una restricción de acercamiento y un grupo de policías se presentó en su casa para llevarse al nene, que fue dado en adopción a otra familia. Según Vignolio, esta familia es cercana a la jueza que entiende en la causa.

Antes de ese final hubo idas y vueltas. A los seis meses de estar con la pareja, la jueza estableció que se lo revinculara con la abuela materna.  «Durante cinco viernes, nos reunimos con ella, pero no había forma de que se relacionaran, así que Tiago quedó en régimen de adoptabilidad y se abrió el listado de adoptantes. A nosotros no nos permitieron anotarnos», contó Vignolio al diario La Nación.

A fines de 2014 los llamaron para decirles que la justicia había elegido a un matrimonio de General Guido. De acuerdo a la versión de Vignolio, la vinculación tampoco fue exitosa y Tití permaneció con ellos, luego de que la pareja renunciara a la adopción.

«NOS DECÍA PAPÁS»

Pero solo tres meses más tarde, la jueza Polchowski ordenó que Titi fuera  entregado nuevamente a la familia de General Guido e impuso a los Vignolio una restricción de acercamiento.

«A nosotros nos decía papás y con ese matrimonio no se podía vincular, habían dicho los especialistas. Aparte, ellos habían renunciado, lo que significa que el nene está sufriendo un nuevo abandono. El problema es que el matrimonio que vive en Guido es conocido de la jueza que entiende en el caso», denunció Octavio.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas