La noticia tuvo impacto en todo el país. El rugby de Tucumán se sobresaltó cuando un hecho tan increíble como repudiable sucedió hace menos de dos semanas en el Torneo Regional Desarrollo. Allí, Daniel Contreras, jugador del club Corsarios, sufrió la amputación de media falange de un dedo de su mano por la mordida de un rival del equipo Aguará Guazú. Luego de repudiar el hecho y advertir que “se tomarán las medidas correspondientes”, la Unión de Rugby de Tucumán (URT) sancionó con 99 años a Víctor Macías. Una suspensión ejemplar.
En la reunión del Tribunal de Disciplina, la URT tomó una decisión que que fue considerada como ejemplificadora por la mesa directiva. Aunque el boletín aún no se subió a la web, el nombre de Víctor Macías, que se había mantenido oculto cuando el hecho ocurrió el pasado 10 de julio, trascendió tras la publicación que la URT realizó del boletín 25 del 16 de este mes, en el acta 23 del Tribunal de Disciplina.
“Hechos como este no tienen ninguna relación con el espíritu y los valores que pregona nuestro deporte. Por esa razón, afirmamos que no pueden existir y que deben ser erradicados. Vamos a tomar las medidas correspondientes y se actuará según lo establecido por los reglamentos”, había señalado en un comunicado la URT.
El mordisco que se llevó media falange de Daniel “Chanchín” Contreras, de 39 años, sucedió durante un ruck, cuando Macías le mordió el dedo meñique de la mano izquierda. “Los que conversan conmigo, me dicen cosas como ‘¿qué no te has dado cuenta de lo que te ha pasado?”, había contado Contreras en el sitio Tercer Tiempo NOA. «Los médicos me dijeron que no me lo podían injertar de nuevo al dedo porque estuvo en la tierra y podría haberle entrado alguna bacteria”, recordó entonces. La recuperación será de aproximadamente tres meses.
«Yo no soy ninguna carmelita descalza jugando, está bien, pero nunca se me ocurriría hacer algo así. De todos modos, quiero creer que el chico no tuvo la intención de hacer tanto daño. Si habrá sanción y cuál será, eso lo decide la Unión. Lo que más me duele es que estas cosas le hacen muchísimo mal al rugby», había reflexionado Contreras. La sanción que ahora le da la Unión de Rugby de Tucumán sirve como base para que hechos como estos no se repitan.
(Clarin)
