Caso Faubel: una huella, las marcas de una zapatilla y cabellos, indicios que acorralarían a los sospechosos

Además de los testigos que reconocieron a los tres sospechosos detenidos por el crimen del empresario arenero Enrique Faubel (66), asesinado de dos balazos el martes pasado en Eldorado, hay elementos tomados del escenario del crimen que podría sellar la suerte de los imputados.
En la billetera de la víctima, que los detectives encontraron a un costado de su cama, quedó impresa en sangre, de manera nítida, una huella digital. El cotejo con la de los acusados permitirá determinar si es de uno de ellos.
Los pelos debajo de las uñas de la víctima sirven para una comparación genética. Una vez que se consiga el ADN, se tratará de establecer si coincide con el de alguno de los sospechosos presos.
Y la impronta que la zapatilla de uno de los homicidas dejó en la casa de Lomas del Talar, donde residía solo el empresario. Un par de calzados decomisado en la residencia de uno de los imputados deja una marca similar.
El trabajo de laboratorio será clave para cerrar el círculo que parece tenderse en contra de los tres sospechosos.
El juez de Instrucción Uno, Roberto Saldaña, dispuso además las pericias de los celulares decomisados en los allanamientos en los que apresaron a los presuntos homicidas. Esto permitirá saber si alguno de los aparatos fue activado cerca de la residencia de la víctima o si hubo contactos entre ellos.
Con el correr de los días, cada vez suena más fuerte la hipótesis que los ladrones se llevaron muy poco dinero. El supuesto botín que querían no existía. Al parecer la banda creía que Faubel tenía la plata de dos camiones que supuestamente había venido. Pero la familia aclaró que nunca hubo tal venta.
Carlos Daniel L. (25), Juan Ramón F. (28) y Darío Rogelio V. (43) están imputados del delito de «homicidio en ocasión de robo».

El caso
Faubel era propietario de una tradicional arenera de la Capital del Trabajo, ubicada sobre la ruta nacional 12. Su vivienda se encuentra 300 metros más abajo, ingresando desde la carretera, y en el lugar el hombre residía solo.
Allí se encontraba el martes pasadas las 18 del martes pasado, cuando tres malvivientes ingresaron a su casa con el fin de robarle el “dinero que guardaba por la supuesta venta de dos de sus camiones”, según indicaron familiares. Quienes agregaron “algo que no es verdad, porque simplemente se los había prestado a su hija que también trabaja en el rubro, él no había vendido los camiones”.
Testigos señalaron que escucharon el grito de “Ico” (como le decían sus amigos y familiares) al ofrecer resistencia a los delincuentes.
Es así que los vecinos llamaron a sus parientes y a la Policía y antes de que lleguen los uniformados, vieron salir a tres hombres de la casa del arenero.
Los ladrones se habrían llevado dinero y también un arma.
Según el informe del médico policial la víctima presentaba dos heridas, una en la cara y otra en el tórax. La autopsia determinó que las heridas fueron causadas por balas de un arma de guerra, calibre 9 milímetros.

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