Caso Faubel: analizarán cámaras de seguridad para chequear la coartada de uno de los sospechoso

Luego de que la esposa de uno de los detenidos por el crimen del arenero Enrique Faubel (66) dijera que su marido estaba de compras con ella en el centro de Eldorado a la hora del asesinato del empresario, se aguardan los registros de las cámaras de seguridad para ver si coinciden los horarios.
El viernes pasado se había hecho la ronda de reconocimiento y los testigos habrían identificado a los tres sospechosos.
En este marco, el sábado los tres fueron citados a indagatoria, pero dos de ellos se abstuvieron y uno negó todos los cargos. Posteriormente los tres fueron trasladados a la Unidad Penal III donde se encuentran actualmente mientras avanza la investigación.
Para esta semana se aguardan los resultados de exámenes técnicos, como las de las improntas de un par de zapatillas encontradas en la casa de uno de los acusados, cuyas huellas coinciden con la encontrada en el lugar del crimen, y cuya suela tendría manchas de sangre. Y además se esperan resultados de ADN realizados también en el lugar de los hechos.
A estos resultados se suma ahora el pedido de los registros de las cámaras de seguridad para ver si coinciden los horarios con la historia relatada por uno de los detenidos, quien aseguró que al momento del atraco, su esposo se encontraba de compras con ella y su hijo, en el centro de la Capital del Trabajo.

El caso
Enrique Heriberto Faubel era propietario de una tradicional arenera de la Capital del Trabajo, ubicada sobre la ruta nacional 12. Su vivienda se encuentra 300 metros más abajo, ingresando desde la carretera, y en el lugar el hombre residía solo.
Allí se encontraba el martes pasadas las 18 del martes pasado, cuando tres malvivientes ingresaron a su casa con el fin de robarle el “dinero que guardaba por la supuesta venta de dos de sus camiones”, según indicaron familiares. Quienes agregaron “algo que no es verdad, porque simplemente se los había prestado a su hija que también trabaja en el rubro, él no había vendido los camiones”.
Testigos señalaron que escucharon el grito de “Ico” (como le decían sus amigos y familiares) al ofrecer resistencia a los delincuentes.
Es así que los vecinos llamaron a sus parientes y a la Policía y antes de que lleguen los uniformados, vieron salir a tres hombres de la casa del arenero.
Los ladrones se habrían llevado dinero y también un arma.
Según el informe del médico policial la víctima presentaba dos heridas, una en la cara y otra en el tórax. La autopsia determinó que las heridas fueron causadas por balas de un arma de guerra, calibre 9 milímetros.

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