Con recursos propios Misiones financia créditos para auxiliar a la producción yerbatera

Actualmente, el sector productivo yerbatero de Misiones atraviesa una situación de convulsión negativa impulsada por el precio oficial de la materia prima por debajo del nivel de rentabilidad conforme a la planilla de costos del Instituto Nacional de la Yerba Mate, dilación en los plazos de pago por parte del sector molinero al productor y falta de financiación al productor yerbatero por parte del molino para la realización de la cosecha.
La característica que define al sector yerbatero es que presenta una atomización muy importante respecto de la oferta, por componerse en su inmensa mayoría de muy pequeños productores y por el lado de la demanda, un mercado oligopsónico, a través de los grandes molinos de la zona productora. En base a datos provistos por el INYM podría decirse que aproximadamente un 76 por ciento de los productores yerbateros cultivan yerbales de menos de 10 hectáreas y que éstos constituyen poco menos del 52 por ciento de la superficie total de producción, y aportan poco más del 30 por ciento del total de yerba mate verde producida.
Asimismo, este dato se completa con el hecho de que el promedio de producción en este sector rondaría entre 4,5 y 5 toneladas anuales por hectárea, de las cuales el sesenta por ciento aproximadamente significarían los costos de producción: cosecha, flete, fertilizantes, limpieza, etc).
Lo expuesto y tomando como base una unidad productiva de 10 hectáreas, con una producción de cinco toneladas promedio por hectárea anual, dejaría una ganancia neta anual aproximada de 20 toneladas, que multiplicado por su precio oficial, implicaría un rinde de 96.000,00, con un ingreso promedio mensual pesos ocho mil.
Difícilmente se pueda pretender que, ante esta situación, que el pequeño productor yerbatero pueda contar con los recursos económicos para afrontar un nuevo periodo de zafra.
Ante éste escenario, el gobernador Hugo Passalacqua, conjuntamente con el ministro del Agro, José Luis Garay, iniciaron gestiones de manera personal a principios del mes de mayo, ante el Ministerio de Agricultura de la Nación en cabeza de Ricardo Buryaile, a los fines de llevar una solución a la problemática yerbatera.
El resultado fue la obtención de créditos para pequeños secaderos y cooperativas otorgados por el Gobierno Provincial con cooperación del Banco Macro.
Se trata de una operatoria de créditos de un promedio de dos millones de pesos por cada pequeño secadero y cooperativa destinado a ayudar a levantar la cosecha de yerba mate.
Los créditos fueron otorgados por el Banco Macro, con garantía personal de la empresa como así también, del Estado Nacional y provincial.
El compromiso asumido entre el Estado Nacional y Provincial a través de sus representantes consistía en que, cada uno aportaba quince millones en concepto de garantía al Banco Macro, con la cual éste banco puede otorgar créditos hasta cien millones de pesos.
La garantía provincial se instrumentó a través del Ministerio de Hacienda y del IFAI.
Al día de la fecha, la provincia ya ha hecho efectivo el aporte comprometido, quedando pendiente el proveniente del Ministerio de Agricultura de la Nación, a pesar de que ese compromiso fue asumido en inicios de mayo.
Asimismo, estos créditos no poseen costo financiero para los pequeños secaderos y cooperativas, ya que el INYM subsidia el cien por ciento de las tasas, o sea que no deben afrontar el pago de intereses por el mismo.
Hasta la fecha se han otorgado 39 créditos por sesenta y tres millones bajo esta línea a secaderos y cooperativas indicados por el ministerio del Agro provincial, lo cual significa que se ha obtenido un nivel de éxito más que aceptable.

Necesidad de créditos diferenciales
Según datos aportados por el INYM, y conforme a las declaraciones juradas presentadas por parte de los productores yerbateros correspondiente al ejercicio finalizado el 31 de diciembre de 2015, han entregado hoja verde 8532 productores. Esa cifra dista mucho del registro que se manejaba de aproximadamente 15.000 productores por el mismo instituto. En cambio, la cantidad de hoja verde entregada en molino ha superado al ejercicio anterior en un diez por ciento.
La combinación nociva ya enunciada de precio oficial de la materia prima por debajo del nivel de rentabilidad conforme a la planilla de costos del INYM, dilación en el tiempo de los plazos de pago por parte del sector molinero al productor, falta de financiación al productor yerbatero por parte del molino para la realización de la cosecha, conjuntamente con un proceso inflacionario que puede llegar al 42 por ciento anual, reconocido por Prat Gay, hacen que cuando un eslabón de la cadena productiva descubre que se rompe la armonía entre el esfuerzo que realiza y lo que percibe en contrapartida, tiende a iniciar un proceso de cambio. No es menos importante destacar el impacto de la devaluación monetaria realizada a partir del 10 de diciembre de 2015, donde el costo de los insumos utilizados en la actividad yerbatera (fertilizantes, herbicidas, etc) ha sufrido un incremento de casi el 100 por ciento en algunos casos.
Este cambio por lo general se manifiesta en la venta del productor de su unidad productiva en busca de un nuevo sustento económico. Situación similar viven los pequeños molineros y cooperativas.
La extensión de los plazos de pago por parte de quienes compran la hoja verde se debió al elevado encarecimiento del crédito producto de las políticas del BCRA de colocar las Lebac al 38% anual.
Desde que asumió Federico Sturzenegger como Presidente del Banco Central, adoptó como medida incrementar significativamente las tasas de las letras del tesoro del Banco central (LEBACS), lo que implicó que los bancos comerciales terminen trasladando ese incremento del costo financiero a las tasas activas de los que compran la hoja verde, que llego a superar el 45%, provocando que tomar un crédito sea inaccesible.
Ante este problemática, el Gobierno provincial ha advertido que hoy, ni los productores, ni los secaderos o molinos, podrán potenciar la transformación a través de la reconversión o ejecutar algún tipo de mejora o diversificación, sin apoyos crediticios diferenciales que se traduzcan en un ampliado y sostenido crecimiento, y en algunos casos está en juego su misma subsistencia.
Los créditos promovidos por el Estado Provincial a los pequeños secaderos y cooperativas buscan generar competencia en precio y forma de pago con los grandes secaderos y molinos, los cuales al momento de solicitar créditos tiene un factor riesgo mayor que insidie en el acceso al mismo
Por ello, la operatoria crediticia obtenida por gestiones realizadas por los representantes del Poder Ejecutivo provincial, viene a dar oxígeno a la economía madre y típica de Misiones.

 

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